La Juventus de Turín pasa por un momento crítico, y por una de las situaciones institucionales más preocupantes de los últimos años. Muy lejos quedan esos días donde eran los dominadores del ‘Scudetto’, el cual conquistaron en nueve ocasiones de forma consecutiva, y eran uno de los rivales más temibles de Europa, llegando a dos finales de la Champions League, aunque perdiendo ambas, una contra el Barça y otra con el Real Madrid.
Hace tiempo que experimentaron un declive que no han podido frenar, y encadenan varias campañas haciendo el ridículo en la competición continental y en la doméstica. Por si fuera poco, han recibido un castigo de 15 puntos que ha hecho que se ubiquen en una decepcionante decimotercera posición en la tabla de la Serie A, y se arriesgan a perder a varias de sus estrellas. Además, ya se ha comenzado a especular con la destitución del entrenador, Massimiliano Allegri.
Pero por el momento, está previsto que el técnico italiano siga en el Allianz Stadium, y ha pedido a la nueva directiva la llegada de alguna cara nueva en este mercado invernal, para tratar de remontar el vuelo. Y, de forma sorprendente, uno de los nombres que han aparecido sobre la mesa es el de Isco Alarcón, que se encuentra sin trabajo, después de que fuera despedido del Sevilla hace unas semanas, de forma muy polémica.
Tan solo duró cuatro meses en el Ramón Sánchez Pizjuán, antes de ser apartado de la dinámica del grupo por Jorge Sampaoli. Consideraba que no estaba en un buen estado de forma, y que no aportaba nada al equipo, y además, no consideraba que fuera un buen profesional ni mostrara un comportamiento adecuado. Así que Monchi decidió dar la carta de libertad al malagueño, que todavía tenía contrato en vigor, y que fue una petición expresa de Julen Lopetegui.
Precisamente, se especulaba que podía volver a reunirse con el entrenador vasco, esta vez en el Wolverhampton Wanderers, aunque esa posibilidad se ha enfriado. Y ha cobrado fuerza su posible desembarco en las filas de la ‘Vecchia Signora’.
Isco, fulminado por Carlo Ancelotti
No hay duda de que sería una apuesta muy arriesgada para la institución ‘bianconera’ firmar a un futbolista que está en declive, que ya tiene 30 años, y que en los últimos tiempos solamente ha sido noticia por sus problemas extradeportivos y su bajo rendimiento.
De hecho, Carlo Ancelotti fulminó a Isco nada más regresar al Madrid, pese a que fue imprescindible en su primera etapa, al considerar que se había convertido en un jugador tóxico y perjudicial para el resto de la plantilla.