Riqui Puig fue uno de los jugadores del Barça que mejor acogió el despido de Ronald Koeman y el fichaje de Xavi Hernández. El centrocampista de Matadepera estaba convencido de que no jugaba porque el entrenador neerlandés le tenía manía, mientras que con el de Terrassa, con el que además comparte representante, sería titular y nueva estrella del equipo. Y no solo eso, pues Riqui Puig se sentía importante por el hecho de ser un gran amigo de Gerard Piqué, lo que le da cierta ascendencia en el vestuario.

A la hora de la verdad, sin embargo, Riqui Puig pasó de entrar en las segundas partes a ni siquiera eso, volviendo a la casilla de salida. Xavi, como Koeman, lo ve verde para el Barça, por lo que ya le ha pedido que se vaya cedido, gane experiencia y vuelva, algo que Riqui Puig no quiere ni siquiera escuchar.

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Riqui Puig, saludando a Xavi Hernández / FC Barcelona

Riqui Puig se niega a salir cedido

Es por ello que desde el Barça hace días que están intentando hacerle ver al entorno de Riqui Puig que debe recapacitar y aceptar una cesión. El Getafe, club en el que Aleñá está triunfando, se ha interesado en el de Matadepera, y el Barça le daría todas las facilidades posibles, asegurándole además hacer la pretemporada con Xavi Hernández el próximo verano. Riqui Puig, en cambio, sigue negándose a salir, y ni siquiera ser junto a Mingueza el único jugador que no participó ni un segundo en el Barça-Madrid de la Supercopa de España le ha hecho cambiar de opinión.

Con 2 semanas para el cierre del mercado de invierno, el Barça lo va a seguir intentando, pues teme que Riqui Puig acabe tirando su carrera deportiva por la borda por su cabezonería de querer triunfar sí o sí en el Camp Nou. En el club se cree que el entorno del jugador no le está ayudando, pues el centrocampista hace demasiado que escucha que iba a ser el futuro del Barça, al gran estrella de la Masia. Tampoco ayuda que una parte del entorno haga tiempo que le defienda en todo, hasta el punto de atacar con dureza en su día a Koeman cuando, al final, se ha visto que no era un problema personal del neerlandés.

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Riqui Puig, con Gerard Piqué, en un partido del Barça / EFE

Suplente con 4 entrenadores distintos

El primero en no ver clara la progresión de Riqui Puig fue Ernesto Valverde. Fue el primero en recibir presiones para darle minutos a la teórica joya de la cantera. El técnico se lo llevó a entrenar al primer equipo, pero no tardó en verle verde. Y lo mismo sucedió con Quique Setién. El cántabro lo intentó, pues necesitaba jugadores del perfil de Riqui Puig, pero como Valverde optó por dejarlo en el Barça B, pues el de Matadepera no se esforzaba en la presión defensiva, pendiente solo de buscar el balón en ataque.

Todo se torció definitivamente con Ronald Koeman. Las presiones para que Riqui Puig jugará aumentaron y el entrenador no lo dudó y acabó acusando al jugador de ser un filtrador, al considerar que usaba a algunos amigos periodistas para generar mal ambiente en el entorno del equipo. El enfrentamiento fue evidente, así que Riqui Puig llegó a creer de verdad que Koeman no le daba minutos simplemente por ese motivo. La realidad con Xavi, pues, ha sido un duro revés para el jugador, que ahora ya sabe que si no juega es porque el entrenador considera que todavía no está preparado.

 

Imagen principal: Gerard Piqué, en un entrenamiento del Barça / Europa Press