El Real Madrid ha llegado a día 2 de septiembre con algunas carpetas todavía por cerrar. Con el cierre del mercado, los blancos ya no pueden hacer fichajes, algo que ya habían descartado con anterioridad, pero en las oficinas madridistas tampoco hubo movimiento de última hora en el apartado de las salidas, donde sí que había algunos nombres en la rampa. Y si hay alguien que lleva años viviendo de forma fija en esa rampa es Mariano Díaz.
Mariano se ha negado a salir del Real Madrid
El delantero hispanodominicano hace mucho tiempo que tiene un papel residual con Carlo Ancelotti, como eterno suplente de Karim Benzema, o incluso como tercer delantero por detrás de Luka Jovic (que ya está en la Fiorentina), pero nunca ha puesto las cosas fáciles para salir. Siempre ha priorizado formar parte de una plantilla ganadora y percibir un gran sueldo, antes que rebajar su salario para aumentar su ambición y poder ser importante fuera del Santiago Bernabéu. No le importa que tanto Carlo Ancelotti como Florentino Pérez le hayan dicho por activa y por pasiva que no contaban con él.
Si hubiera salidao, el técnico italiano habría podido pedirle al presidente un esfuerzo para incorporar un delantero de más nivel como Gabriel Jesus, que era el deseado por el entrenador, pero la negativa de Mariano a moverse acabó por bloquearlo todo. Pese a ello, la intención del club es clara. A no ser que se trate de una situación límite, ya sea por alguna lesión o sanción que limite mucho las opciones en ataque, no va a jugar. Los cuatro partidos oficiales que han disputado los merengues, entre liga y Supercopa de Europa, se los ha pasado en el banquillo.
No ha jugado y, salvo necesidad extrema, no jugará
Ni un solo minuto de juego, y no está previsto que cambie. Benzema seguirá siendo el delantero titular, pero Ancelotti tiene pensado darle minutos a Eden Hazard en esa posición cuando no esté disponible el francés, e incluso a Marco Asensio o Rodrygo Goes. La situación para Mariano, a quien le queda una temporada más de contrato, es casi imposible de remediar.
Él ha decidido ignorar todas las propuestas que ha recibido, la última de ellas del Fenerbahce, para seguir una temporada más de blanco. Y será la última. Deportivamente, no hay duda que su paso por el primer equipo madridista ha sido discreto, por ser suave, pero su cuenta corriente habrá sido la gran beneficiada. Y su palmarés, también. De momento, seguirá en el banquillo, en el mejor de los casos. Si no, verá los partidos desde la grada.