Los últimos meses de Marcelo Vieira en el Real Madrid serán muy duros. Porque no se irá por la puerta grande, como le hubiera gustado, si no por la puerta de atrás. A pesar de haber sido una de las grandes estrellas del equipo, y ser el capitán de la plantilla, ahora mismo tiene un papel completamente secundario, bajo las órdenes de Carlo Ancelotti. Apenas suma 140 minutos divididos en cinco partidos, y difícilmente podrá mejorar ese registro.
Con Ferland Mendy siendo intocable, y con Miguel Gutiérrez como apuesta de futuro, el ‘12’ no tiene sitio. Y ha sido muy criticado por el bajo rendimiento que ha mostrado cuando le ha tocado jugar, y por su ajetreada vida lejos de los terrenos de juego. Al entrenador italiano no le hace ni pizca de gracia saber que sus jugadores no respetan los horarios de descanso, y el caso del internacional brasileño es preocupante. Porque está muy centrado y muy metido en el mundo de los negocios.
Desde 2017, lleva invirtiendo en clubes de futbol, y ya es propietario de dos, el Azuriz, de Brasil, y el Mafra, de Portugal. Coincidencia o no, fue cuando comenzó su declive, que parecía temporal, pero que ha acabado resultando definitivo. Porque no se ha vuelto a ver la mejor versión del ex de Fluminense, que le hizo ser considerado como el mejor del planeta en su demarcación. Ya no marca las diferencias en ataque, ni defiende como se le exige.
Acaba contrato en junio, y Florentino Pérez no tiene previsto hacerle ninguna oferta para que se quede. De hecho, ya ha intentado cerrar la salida de Marcelo en más de una ocasión, pero la falta de ofertas lo ha impedido. Se librará de uno de los salarios más elevados, y tendrá una despedida por todo lo alto del Santiago Bernabéu. Por mucho que ya no esté en su plenitud, e incluso haya llegado a ser abucheado por la afición, se merece un buen despido.
Eso si, casi ni jugará hasta que abandone el Madrid. Ancelotti ha sido sincero, y le ha hecho saber que no tiene previsto darle oportunidades. No le ve físicamente a tono, y tampoco cree que esté concentrado en el futbol.
Un caso similar a Gerard Piqué
Inevitablemente, poco han tardado en aparecer las primeras comparaciones entre Marcelo y Gerard Piqué, que también ha tenido que soportar críticas por estar metido de lleno en el mundo de las inversiones. En su caso, es propietario del Andorra, equipo que compite en la Primera RFEF, y tiene varias empresas a su nombre. Una de ellas es la encargada de organizar la Copa Davis de tenis.
Muchos opinan que esa es la razón por la que ya no es tan importante en el Barça, y en las últimas campañas ha sufrido más lesiones de lo habitual.
Tiene similitudes con el lateral del Madrid.