Hace un año, el Real Madrid anunció a bombo y platillo el fichaje de Iker Bravo, una joven perla catalana que estaba brillando en el Bayer Leverkusen, al que llegó después de renunciar la renovación con el Barça. Además, el jugador estaba prácticamente fichado por el Atlético de Madrid, por lo que la jugada parecía maestra, ya que dejaba en fuera de juego tanto al Barça como al Atlético.

El gran problema es que Iker Bravo no rindió como se esperaba en el filial del Real Madrid. Empezó siendo titular y teniendo la confianza de Raúl González, pero poco a poco su rendimiento fue decayendo, hasta ser suplente en el tramo final. A ello, claro está, se añadió la decisión de Carlo Ancelotti de no contar con él, a pesar de los buenos informes con los que llegó al Real Madrid.

Iker Bravo, en su presentación como jugador del Bayer Leverkusen / Foto: @Bayer04 es

Iker Bravo, fuera de la Champions League

Para este año, Iker Bravo pensaba que la situación iba a cambiar, que iba a ganar un mayor protagonismo, pero nada más empezar ya ha recibido el primer golpe. Carlo Ancelotti ha presentado la lista de jugadores que se inscribirán para disputar la Champions League, en la que figuran Courtois y Militao, lesionados y que podrían ser inscritos en enero, a los que se han añadido los futbolistas de la primera plantilla y dos canteranos, Fran y Vinicius Tobias.

El golpe para Iker Bravo ha sido duro, ya que el catalán daba por hecho que sería uno de los elegidos, como sí sucedió la temporada pasada, un mensaje de que el Real Madrid cuenta con él para el futuro. Ahora, en cambio, el centrocampista es consciente de que no entra en los planes de Carlo Anceloti y que es muy probable que en un futuro deba salir del club blanco.

Carlo Ancelotti, en una rueda de prensa del Real Madrid / Foto: EFE

El Madrid sigue confiando en Iker Bravo

Y es que en estos momentos, el gran objetivo de Iker Bravo es jugar, acumular minutos, hasta el punto que en el inicio de la temporada le pidió a Raúl poder bajar al Juvenil A, al ver que en el Castilla era suplente habitual. La situación es extraña, ya que Iker Bravo sigue siendo jugador del Bayer Leverkusen, ya que está en el Real Madrid en calidad de cedido. A pesar de no ser importante, en el club blanco considera que el jugador tiene potencial, por lo que prefiere tenerlo controlado, a la espera de que explote, antes que dejarlo ir y perderlo para siempre.

Al terminar esta temporada, el Real Madrid deberá decidir si se queda a Iker Bravo en propiedad o si lo devuelve al Bayer Leverkusen. De momento, el catalán lo tiene complicado, aunque tiene una temporada por delante para cambiar la situación.