El Real Madrid no ha comenzado la temporada liguera de la manera que se esperaba. En su debut ante el Mallorca, el equipo dirigido por Carlo Ancelotti no pudo pasar del empate, a pesar de contar con un arsenal ofensivo que cualquier equipo envidiaría: Mbappé, Vinicius, Jude Bellingham, entre otros. Pero lo que realmente ha encendido las alarmas en el seno del club no fue tanto el resultado en sí, sino las decisiones del técnico italiano y la gestión de la plantilla durante el partido.
Endrick, ni está ni se le espera
Uno de los puntos más preocupantes fue la ausencia total de minutos para Endrick, la joven promesa brasileña que el club blanco adquirió como una apuesta de futuro. Endrick, que llegó al Real Madrid con un enorme cartel, ha sido visto como el próximo gran talento del fútbol brasileño, pero en el estreno liguero ni siquiera calentó. Esto ha generado un malestar que va más allá de los aficionados, llegando hasta las oficinas de la directiva, donde Florentino Pérez ha empezado a mostrar signos de preocupación.
El empate sin goles dejó en evidencia algunas carencias en el juego del Madrid, especialmente en la capacidad de superar defensas férreas ante un Mallorca bien plantado defensivamente. A pesar de las expectativas, los cambios de Ancelotti llegaron tarde, con decisiones que dejaron perplejos a muchos. Y es que con tanto talento en ataque, el técnico se encuentra en una situación complicada: hacer los cambios adecuados sin descontentar a ninguna de sus estrellas.
La situación de Endrick es especialmente delicada. En un equipo donde cada minuto es vital para el desarrollo de un joven talento, su falta de participación en un partido en el que se necesitaban goles ha puesto en alerta a Florentino Pérez. El presidente del club ve con preocupación cómo su gran apuesta podría caer en el ostracismo, similar a lo que ha sucedido con Vitor Roque en el Barcelona, un jugador que también llegó con grandes expectativas pero que no ha encontrado su sitio.
La situación se agrava si consideramos que el Madrid tiene una agenda apretada, con competiciones importantes que requieren de una plantilla bien rotada y jugadores motivados. Si Endrick no empieza a recibir minutos, su desarrollo podría verse truncado, y el club podría enfrentarse a un problema mayor: perder a un talento por falta de confianza y oportunidades. Ancelotti, conocido por su habilidad para saber conducir vestuarios llenos de estrellas, se enfrenta ahora a un nuevo reto: cómo integrar a Endrick sin desequilibrar la armonía del equipo.
El partido ante el Mallorca ha sido un aviso. Los próximos encuentros serán clave para observar cómo evoluciona la situación de Endrick y si Ancelotti comienza a darle el protagonismo que merece. De no ser así, Florentino Pérez podría verse obligado a intervenir para proteger la inversión realizada en la joven promesa brasileña. El reloj corre y en el Real Madrid, un club acostumbrado a ganar, no hay tiempo para experimentos fallidos.