El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, será juzgado por un delito de fraude fiscal, según ha adelantado el diario El Mundo. La magistrada María Inmaculada Lova ha concluido la investigación y le considera responsable de haber defraudado a Hacienda un total de 386.361 euros en 2014 al ocultar contratos de derechos de imagen.
La magistrada del Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid escribe en el auto que el entrenador fichó por el Real Madrid en el 2013 y, a partir de entonces, escamoteó los ingresos que percibió vinculados a sus contratos publicitarios. "Como obligado tributario presentó las declaraciones correspondientes al IRPF en el 2014 en las cuales consignó las retribuciones de trabajo personal percibidas del Real Madrid, no incluyendo ningún rendimiento procedente de la explotación de sus derechos de imagen", subraya, remarcando que no incluyó "ni los derivados de su relación con el Real Madrid ni los percibidos a consecuencia de la suscripción de contratos relacionados con otras marcas o sociedades". Ancelotti, en cambio, sí que declaró correctamente el salario del club blanco, que ascendió a 5.810.963 euros. En la declaración de este ejercicio, pidió que la Renta le saliera a devolver y le fueran reintegrados 39.575 euros, según informa El Mundo.
La Fiscalía admite a trámite una denuncia contra Ancelotti
Por otra parte, la Fiscalía ha admitido a trámite una denuncia contra Ancelotti por un posible delito de injurias después de que acusara a la afición del Valencia de haber proferido insultos racistas de manera generaliza contra el futbolista Vinícius Jr. Así lo ha anunciado esta semana la Asociación del Pequeño Accionistas del Valencia, que fue quien presentó el escrito ante el ministerio público. El pasado 21 de mayo, el Valencia y el Real Madrid disputaron un partido que se interrumpió después de que Vinícius asegurara haber recibido insultos racistas por parte de uno o varios seguidores del club valenciano. Posteriormente, Ancelotti aseguró en rueda de prensa que Mestalla "se había vuelto loco" y había gritado "mono, mono" al jugador brasileño cuando fue sustituido. Pero la afición del Valencia realmente estaba coreando "tonto, tonto" y, aunque hicieron saber al entrenador del Real Madrid su confusión, no rectificó su acusación ni pidió disculpas hasta pasados dos días.
Ante las declaraciones, la APA VCF presentó una denuncia contra el técnico del club blanco por un posible delito de injurias en entender que "trató de racistas" a los más de cuarenta y seis mil aficionados que asistieron al choque. "Transmitió unas acusaciones falsas, posiblemente de manera intencionada, y, a consecuencia, el Valencia C.F. ha visto perjudicada su imagen, así como la de sus aficionados y accionistas", aseguran.