El Real Madrid quiere poner fin a la etapa de Isco Alarcón como jugador blanco de cualquier forma. El mediapunta de Arroyo de la Miel acaba contrato a final de esta temporada, pero su incidencia en el equipo es mínima, y ha tenido actitudes que inciden negativamente en la química del equipo, algo que Ancelotti y Florentino Pérez no quieren tolerar.
La Fiorentina sueña con Isco
Es uno de los varios jugadores que están en la rampa de salida, y en las últimas semanas se le ha relacionado con el Milán o con el Sevilla, por citar algunos de los equipos que han tanteado el fichaje del centrocampista andaluz. El Madrid quiere que salga para ahorrarse la parte de la ficha proporcional a los meses que le quedan de contrato, y porque no le aporta nada al equipo. Ancelotti piensa que su rol lo debe ocupar Dani Ceballos, que volvió a jugar unos minutos después de cinco meses lesionado, y parece que va a quedarse hasta final de temporada.
Pero Isco se lo está tomando con calma. Sabe que si acaba el contrato y espera a verano para cambiar de equipo podrá cobrar una suculenta prima de fichaje, pero diría adiós casi definitivamente al Mundial de Catar, que se disputará a final de este 2022. A los ya citados Milan y Sevilla hay que sumarle otro equipo que ha llamado a su puerta para llevárselo este mismo mes de enero, la Fiorentina.
La Viola quiere volver a ser un equipo grande en Italia, y va camino de hacerlo. Su mayor irrupción ha sido el delantero Vlahovic, que ya suena para los grandes de Europa, pero en este mismo mercado invernal han fichado al extremo Jordan Ikoné, previo pago de 14 millones al Lille, y han cerrado la cesión con opción de compra de Krzysztof Piatek, añadiendo más pólvora en ataque.
Él tiene la última palabra
Isco sería el broche a un gran mercado para ellos, y el Madrid no va a oponerse a su salida, y podría incluso dejarle marchar gratis, sin pedir un traspaso, o incluso acordar una cesión. Los italianos no pueden pagarle los 6,5 millones de sueldo que tiene, pero sí que tiene la capacidad de ofrecerle una cifra tentadora. Por ejemplo, Ribéry cobró 4 millones de euros cada una de las dos temporadas que jugó en Florencia.
En la Fiore hay optimismo y creen que se lo podrían llevar sin tener que pagar traspaso, pero quizá la parte más complicada sea ponerse de acuerdo con el jugador. Sus exigencias económicas son altas, pero el proyecto que la Viola tiene para ofrecer es atractivo.
Un equipo en crecimiento y donde los españoles han sabido triunfar. Ahí se reencontraría con José Callejón y Odriozola, y lo haría en una de las ciudades con más encanto de Italia. Los fiorentinos quieren venderle todo el pack a Isco, que al final tiene la sartén por el mango y puede decidir sobre su futuro.