El Barça de Joan Laporta deja atrás un año lleno de cambios. Después de una temporada sin títulos, culminada con una fuerte decepción también por el gris juego ofrecido, el club blaugrana decidió prescindir de Xavi Hernández para dar un giro de 180 grados a su proyecto con la contratación de un Hansi Flick que después de unos primeros meses de ensueño al cargo, acaba en el 2024 de la peor forma posible: cinco puntos de los últimos 21 posibles y ubicado en la tercera posición de la Liga, por detrás del Real Madrid y el Atlético, su verdugo en el último partido del año.
Hansi Flick, transformar la ilusión en títulos
Ahora bien, se tiene que decir que la mayoría de culés están encantados con este cambio. Aunque los meses de noviembre y diciembre son para olvidar en cuanto a resultados, el juego que propone el equipo de Hansi Flick anima. Prueba de eso fue el último duelo contra el equipo de Simeone, dominado del primero al último minuto, con una infinidad de ocasiones y un Pedri sublime. Casi todo el mundo coincide: si el Barça juega así, estará más cerca de levantar trofeos en el mes de mayo.
Por lo tanto, la gran asignatura que tendrá a Hansi Flick para este 2025 será transformar este buen juego y esta ilusión en victorias y títulos. En la Champions League sí que el equipo se ha mostrado casi imbatible. En la clasificación general se encuentran en la segunda plaza, solo superados para un Liverpool que solo cuenta los partidos europeos por victorias. Los blaugrana tienen prácticamente asegurada su presencia directa en los octavos de final, fase en la cual empezará su aventura hacia la final de Múnich, cita que Flick tiene apuntada en rojo en su calendario.
¿El retorno al Spotify Camp Nou?
En el ámbito institucional, el 2025 puede ser un año muy importante, principalmente para el retorno al Spotify Camp Nou. En un principio, las previsiones que habían hecho el club y Limak Construction eran de tener listo el nuevo estadio para el 125.º aniversario del club (29 de noviembre). Sin embargo, todavía se desconoce cuándo se podrá hacer efectivo este retorno. La última información oficial que ha emitido la entidad es que, como mínimo, hasta antes de mediados de febrero se tendrá que jugar en Montjuïc, ya que la UEFA no permite disputar una misma fase de sus competiciones en dos estadios diferentes.
Pero ahora mismo parece que el Barça tampoco podrá inaugurar su nuevo feudo durante esta temporada. Todas las previsiones indican que una fecha factible sería septiembre del 2025, en los inicios de la 2025/26. No volver al Spotify Camp Nou en este nuevo año sería una absoluta decepción para una afición que anhela con ilusión volver a su casa después de dos años en el exilio.
Poner punto final a los problemas económicos
Por otra parte, el 2025 tiene que ser el de la normalidad económica. Desde que la junta de Joan Laporta empezó su mandato al frente del Barça, siempre ha tenido que convivir con una serie de problemas financieros que le han impedido actuar con normalidad. De palanca en palanca, el club barcelonés ha podido construir un equipo competitivo, pero después del acuerdo con Nike, acompañado de algún reajuste, se espera que pueda afrontar su primer verano sin tener que preocuparse en las inscripciones.
Seguir reinando en el fútbol femenino
Con respecto al equipo femenino, todo es más sencillo. Al menos, aparentemente. Con un equipo construido para ganar, el Barça vuelve a aspirar a todo. Como cada año, lo más complicado llegará en la Champions League, competición que quieren ganar por cuarta vez en su historia. Este año, el encargado de dirigir el equipo es Pere Romeu, que después de un inicio con algunas dudas, ha acabado en el 2024 sacando el máximo jugo posible de una plantilla que cuenta con las mejores futbolistas del mundo.
Joan Laporta, cerrar todos los frentes abiertos
Por lo tanto, en resumen, será un año vital para Joan Laporta, quizás el más trascendental de esta segunda etapa en el Barça. Aparte de todos los puntos mencionados anteriormente, tendrá que apagar también otros fuegos como el conflicto con la Grada de Animación, o incluso el futuro de la Superliga, competición que siempre ha llevado por bandera, y que podría consolidarse definitivamente el próximo año. Muchos frentes abiertos y mucha ilusión para un Barça que sigue lamiéndose las heridas.