Hansi Flick agotó sus opciones en el encuentro ante la Real Sociedad, cuando, en un intento desesperado por revertir el 1-0 en contra, decidió introducir a Ansu Fati en los últimos minutos del partido. La idea era que el joven atacante pudiera generar alguna jugada peligrosa en el área rival y lograr el empate. Sin embargo, la entrada de Ansu tuvo el efecto opuesto al esperado: en lugar de convertirse en un revulsivo, el delantero mostró una vez más que está lejos del nivel que exige este FC Barcelona.
El rendimiento de Ansu Fati en Anoeta dejó en claro que no está preparado para responder a las demandas de un equipo que busca recuperar su lugar en Europa. Lejos de mostrar velocidad y determinación, Ansu volvió a estar impreciso y sin chispa, fallando en los momentos clave y sin poder aprovechar las pocas oportunidades de ataque que el equipo logró generar. Para Flick, esta actuación parece haber sido la confirmación de lo que ha venido sospechando desde hace tiempo: Ansu no tiene la capacidad para ser importante en el esquema que él está tratando de implementar.
La situación de Ansu Fati en el Barcelona ha sido complicada desde hace varias temporadas. Después de recuperarse de múltiples lesiones que frenaron su crecimiento, el jugador no ha conseguido recuperar la forma que alguna vez lo convirtió en una de las grandes promesas del club. Con el paso del tiempo, su juego ha perdido intensidad, y aunque sigue contando con oportunidades ocasionales, estas cada vez son más limitadas. Flick ha intentado integrarlo en ciertos momentos, especialmente en partidos donde las opciones de ataque son escasas, pero el técnico alemán parece tener claro que Ansu no es la solución.
La decisión de Flick de utilizar a Ansu Fati solo en situaciones de emergencia refleja su falta de confianza en el joven delantero. El técnico no lo ve como una pieza fiable en su estrategia a largo plazo, y la actuación en Anoeta no ha hecho más que confirmar sus dudas. Aunque Ansu sigue siendo una figura carismática entre los aficionados, Flick necesita jugadores que puedan cumplir con su exigente estilo de juego, que exige intensidad y precisión en cada acción. Lamentablemente para Ansu, parece que él no cumple con estos requisitos.
Todo apunta a que Flick preferiría tener a Ansu fuera del equipo en lugar de mantenerlo en un rol residual que no beneficia ni al jugador ni al club. Si bien el mercado de invierno no es fácil para realizar grandes cambios, la falta de oportunidades para Ansu Fati podría abrir la puerta a una posible salida, ya sea en forma de cesión o de venta definitiva. En cualquier caso, la noche en Anoeta parece haber sido la última señal para Flick de que Ansu no está listo para jugar en este Barcelona y de que el club necesita buscar soluciones que realmente aporten al proyecto actual.