Anssumane Fati va camino a convertirse en uno de los mayores problemas que el Barça ha tenido que afrontar en los últimos años. Porque la ilusión y la expectación que había en torno a su figura era máxima, después de la increíble irrupción que tuvo en la élite, con solamente 16 años. Demostró un talento y un potencial descomunal, y era una de las joyas más interesantes que habían salido de La Masía en los últimos tiempos. Por eso demostraron una confianza plena en sus capacidades.
Desgraciadamente, todo cambió después de la grave lesión de rodilla que sufrió, y de la cual aún no se ha podido recuperar del todo. Porque le han seguido acompañando los problemas físicos, que han lastrado su progresión. Aún y así, siempre que regresaba a los terrenos de juego devolvía la fe a la afición, ya que no parecía haber perdido el instinto goleador. Y esta campaña era decisiva para él, una vez ya ha dejado atrás las molestias y las bajas.
Con el ‘10’ a la espalda, por fin el hispano-guineano debía de dar un golpe sobre la mesa, y asentarse como un fijo en los esquemas de Xavi Hernández, a pesar de la competencia que hay en el ataque. Pero no ha sido capaz de conseguirlo, y ahora mismo es la última opción en las rotaciones, por detrás incluso de Raphinha y de Ferran Torres. La responsabilidad de ser señalado como el sucesor de Leo Messi le ha quedado demasiado grande.
Y eso ha obligado a que en el Camp Nou tengan que intervenir y encontrar una solución al problema que plantea ‘Ansu’. No pueden permitirse el lujo de tener en el banquillo a un crack que ha demostrado tener todas las condiciones necesarias para triunfar, pero que necesita confianza y regularidad para poder explotar. Además, percibe un salario muy elevado, de 12 millones de euros brutos por campaña, que no está justificando.
Por ello se ha especulado con una posible venta, aprovechando que sigue siendo muy solicitado, y podrían recaudar una importante cantidad de dinero. Aunque ahora ha aparecido otra alternativa.
Fati puede marcharse del Barça mediante un préstamo
Joan Laporta y Mateu Alemany están contemplando la idea de dejarle salir mediante un préstamo, para intentar que en otro lugar tenga los minutos que en el Barça no le pueden garantizar. De este modo, gastarían la última bala que queda con el extremo de 20 años.
Si en su cesión a otro conjunto Fati sigue defraudando, no quedará de más remedio que desprenderse de él.