El regreso de Leo Messi sigue siendo un tema candente en el Camp Nou. Cada vez más es una posibilidad volver a ver al astro argentino vistiendo de nuevo la camiseta blaugrana. El Barça ha reconocido mantener contactos y hablar con el entorno del futbolista para tantear su retorno y estarían encantados, lógicamente, de volver a tener a Messi entre sus filas.
De hecho, el presidente de la Liga, Javier Tebas, tiene asumido que la Pulga regresará a la competición de la mano del FC Barcelona. Parecía una quimera, un sueño, que cada vez está más cerca de convertirse en realidad. Una vuelta que, por otro lado, sería una palanca para Joan Laporta, pues generaría una gran cantidad de dinero para las arcas culers, gracias a su impacto comercial.
Messi se acerca al Barça
Sería, pues, matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, el Barça incorporaría uno de los mejores jugadores del mundo, si no el mejor, que dotaría a su plantilla de calidad y experiencia en las noches importantes. Por el otro, ayudaría a seguir recuperando la maltrecha economía del FC Barcelona.
Precisamente, los problemas financieros del conjunto blaugrana, podrían ser una de las trabas para volver a ver a Messi de nuevo. Para que lleguen, primero tienen que salir. Es una máxima que tienen que cumplir desde el Camp Nou. Al respecto, son varios los futbolistas que deberán salir, no solo para hacer hueco a la llegada de Messi, sino de muchos otros.
Y una de las condiciones que ha puesto el crack argentino es recuperar su número fetiche, el 10. Ese dorsal hecho solo para unos pocos elegidos, para aquellos capaces de soportar la presión y que se crecen ante las adversidades. Los que tiran del carro en los momentos difíciles y los que crean historias con el balón. Los determinantes, los que resuelven partidos, los que hacen soñar.
Messi se carga a Ansu Fati
Este hecho, al que el Barça no se opondrá, afecta directamente a uno de sus jugadores. Precisamente, quien porta el 10 a la espalda, Ansu Fati. El joven delantero fue el escogido para heredar el trono de Leo Messi, empresa muy difícil de completar y que, por otro lado, no ha conseguido.
Curiosamente, todo se empezó a torcer tras la marcha de Messi, cuando decidió llevar el peso a sus espaldas. Las lesiones no le han permitido triunfar y, más allá de quitarle el número, en el Barça se están planteando desprenderse de él. Primero, porque su rendimiento está muy lejos del que prometía. Y, segundo, porque Messi no lo quiere.
La relación entre ambos es muy fría y Messi habría puesto como condición no compartir vestuario con él. El Barça necesita hacer caja por algunos de sus futbolistas, y a los Ferran Torres, Raphinha o Eric Garcia se le podría sumar Ansu Fati. Si llega una buena oferta, el FC Barcelona no lo dudará. Sea como fuere, si llega Messi, Ansu estará sentenciado.