El regreso de Leo Messi ya está generando problemas en el FC Barcelona y todavía no ha llegado. Su llegada despertaría la ilusión de toda la parroquia blaugrana, que verían de nuevo al astro argentino con la camiseta del Barça y haciendo maravillas sobre el césped. En la ciudad Condal todos los esperan con ansias, bueno todos, no.

Ansu Fati ha pasado de ser la joya de la corona, el futuro del club, el hombre franquicia, a estar repudiado. Se le encomendó la difícil tarea de suplir a un Leo Messi que no tiene recambio. No hay nadie como él. Demasiada presión para un futbolista tan joven al que no se le ha tratado como debería. Después de la lesión no ha vuelto a ser el mismo, pero parece que en la entidad catalana tampoco han estado a la altura.

Leo Messi se señala el escudo del Barça / Foto: EFE

Ansu Fati, el más perjudicado

El delantero español es el más perjudicado si se produce la llegada de la Pulga. Primero, porque el crack argentino ha pedido recuperar el dorsal 10, que ahora mismo ostenta Ansu Fati. Lógicamente, es el número mágico, el que solo pueden llevar unos pocos elegidos, el número de la responsabilidad. Todos esperan que el jugador que lo lleva, sea el que marque las diferencias.

En el Barça, como es lógico, quieren satisfacer sus deseos. Además, el impacto económico con la camiseta con el 10 y Messi a las espaldas va a ser una inyección económica espectacular para las arcas del club. Pero más allá de perder esa condición de heredero al trono, y su dorsal, a Ansu le vienen mal dadas.

Ansu Fati se pone las manos en la cabeza / Foto: EFE - Sergio Perez

Sin Messi en el equipo ha sido relegado a un segundo plano. Pero es que con su regreso, más que banquillo, al joven atacante del Barça le espera una temporada en el ostracismo, o más bien, fuera del Camp Nou. El argentino no soporta a Ansu Fati y no lo puede ni ver y ambos mantenían una tensa relación cuando coincidieron en el primer equipo.

Un cambio de agentes, el motivo de la mala relación

Y todo viene por el cambio de agente de Ansu Fati. El delantero, internacional por España, tenía como agente al hermano del astro argentino, pero decidió cambiarlo por Jorge Mendes, como hacen muchos. Este hecho no gustó demasiado a un Leo Messi que decidió hacerle la cruz.

Joan Laporta aplaudiendo en el palco del Camp Nou / Foto: EFE

Así pues, ante esta situación, en el Barça están dispuestos a ir un paso más allá y desprenderse de Ansu Fati. Necesitan vender a algunos futbolistas para hacer espacio a los que vienen y el joven atacante es uno de los que cuenta con mejor cartel. Messi no ha llegado todavía al Barça, pero ya está mandando, y va a mandar a Fati fuera del Barça.

En su lugar, la Pulga ha pedido el fichaje de su gran amigo Ángel di María. El Fideo acaba contrato con la Juventus de Turín y llegaría con la carta de libertad bajo el brazo. Joan Laporta y los suyos están dispuestos a todo por satisfacer a Messi. Incluso renunciar a uno de sus niños de oro, Ansu Fati lo tiene crudo.