La victoria del Barça ante el Valladolid tuvo, como mínimo, una nota negativa al final del enfrentamiento. Más allá de sufrir hasta el final para llevarse los tres puntos, la mala noticia la dio Antoine Griezmann. El delantero francés no fue sustituido al descanso porque estuviera haciendo un mal partido, sino por unas molestias en la zona del cuadríceps.
En la rueda de prensa posterior al partido, Quique Setién explicó que Griezmann le pidió el cambio por unas molestias que notó en la pierna después de hacer una carrera. Ante cualquier peligro que pudiera empeorar su estado físico, Setién no tuvo dudas y lo sustituyó por Luis Suárez.
Los servicios médicos del equipo han sometido al delantero a una serie de pruebas para ver el alcance de su lesión. La consigna blaugrana es que no habrá ningún tipo de riesgo con Griezmann, y si hace falta, se perderá los dos partidos de Liga que le quedan en el Barça. En todo caso, el club restará a la espera de ver su evolución, pero teniendo en cuenta como son las lesiones musculares, no hay muchas esperanzas en que vuelva a aparecer en el campeonato liguero.
Su lesión llega en el peor momento, justo cuando había empezado a destacar dentro del sistema de juego de Quique Setién -después de que diera con la clave en el partido contra el Villarreal-. Ahora resta esperar que se recupere a tiempo para estar al 100% en la Champions, competición donde se necesitará todo el mundo a su máximo nivel si de verdad se quiere ganar la máxima competición europea.