Antoine Griezmann ya avisó este verano en el Atlético de Madrid: la venta de Samu Omorodion al Oporto era un error que el club podría lamentar. Y el tiempo le está dando la razón. Mientras el Atlético sigue teniendo serios problemas en ataque, con Sorloth sin encontrar su mejor versión, el joven delantero que vendieron se está saliendo en Portugal, acumulando goles a un ritmo que ha dejado en evidencia a la delantera rojiblanca. La situación ha puesto a Diego Simeone en el punto de mira, señalado por permitir una salida que podría ser uno de los errores más grandes de la última década en el club.
El traspaso de Omorodion fue polémico desde el principio. El Atlético de Madrid lo había declarado "intransferible" después de las primeras ofertas del Chelsea, e incluso pasó reconocimiento médico con el club inglés. Sin embargo, la operación se vino abajo en el último momento y terminó fichando por el Oporto por 15 millones de euros por solo el 50% de sus derechos. A pesar de las complicaciones, pocos en el Atlético imaginaron que la salida de Omorodion tendría tan pronto un impacto tan significativo.
El delantero, que ya mostró su talento en el Alavés, está siendo una de las sensaciones de la temporada en Portugal. Con siete goles en seis partidos, Samu Omorodion está demostrando que tiene todo lo necesario para ser una estrella. Su último doblete ante el Manchester United ha disparado aún más las críticas hacia la gestión del Atlético, que se quedó con un tridente que no está cumpliendo. Entre Griezmann, Julián Álvarez y Sorloth, suman seis goles, uno menos que los que ha anotado el joven delantero del Oporto en solitario.
Para Simeone, la falta de contundencia ofensiva es uno de los principales problemas que enfrenta su equipo en esta temporada. El entrenador argentino ha reconocido que "hay que mejorar la parte ofensiva y crear sociedades", pero los resultados aún no llegan. Mientras tanto, la afición se pregunta por qué dejaron ir a un delantero con tanto potencial cuando era evidente que el equipo necesitaba reforzar su capacidad goleadora.
La venta de Omorodion se justificó por razones económicas. El club necesitaba cuadrar sus cuentas y cumplir con el fair play financiero que impone LaLiga. Sin embargo, esa apuesta arriesgada por desprenderse de un jugador joven con un futuro prometedor parece haber sido un error. Griezmann, que ya expresó sus dudas sobre la operación, ve cómo se cumple lo que temía: la falta de gol está lastrando al Atlético, y Omorodion sigue brillando en el Oporto.
Ahora, con Simeone bajo presión y el equipo sin encontrar soluciones en ataque, el nombre de Samu Omorodion vuelve a aparecer como un recordatorio doloroso de lo que pudo ser. Un error histórico que podría perseguir al Atlético durante mucho tiempo.