El Barça tiene varios frentes abiertos a nivel contractual. Después de las salidas ya oficializadas de Sergio Busquets y de Jordi Alba a finales de la presente temporada, el club blaugrana tiene previsto registrar como futbolistas del primer equipo a Ronald Araujo y a Gavi, aparte de tratar de acabar de negociar con Jorge Mendes la prolongación del contrato de Alejandro Balde.
No obstante, hay una renovación que Xavi Hernández considera crucial con tal de que se siga desarrollando su proyecto con los jugadores que él quiere. Esta no es otra que la de Ousmane Dembélé, futbolista que desde la llegada del técnico egarense al banquillo del Camp Nou ha demostrado ser uno de los principales argumentos ofensivo del equipo blaugrana y, después de tener pie y medio fuera del club, la insistencia del técnico en su continuidad lo convenció para renovar hasta el verano de 2024.
El Barça quiere quitarse de encima la desazón con el contrato de Ousmane Dembélé
Xavi ha dejado claro en repetidas ocasiones que el extremo francés puede ser "el mejor del mundo en su posición". Con todo, el handicap de las lesiones lo ha acompañado desde su llegada a la capital catalana y, siendo capaz de superarlo durante la pasada temporada, demostró ser un futbolista diferencial, erigiéndose en cuestión de una vuelta en el máximo asistente de la pasada edición de la Liga Santander.
Durante la primera mitad de esta campaña, Dembélé ha dado continuidad a esta estabilidad física y ha seguido demostrando, esta vez con Lewandowski como principal socio, que es un puntal de este Barça. Por esta razón, siendo petición del propio Xavi, el club estaría trabajando en la prolongación contractual del jugador y, sobre todo, en dilapidar las peligrosas cláusulas de liberación que tienen a Joan Laporta nervioso.
Ousmane Dembélé cuesta 50 millones entre junio y julio
Durante el pasado mes de junio, Dembélé y, sobre todo su agente, Moussa Sissoko, se mostraron muy reticentes a aceptar las condiciones salariales que se le ofrecían en su renovación. A pesar de todo, acabaron aceptándola, obteniendo también varias cláusulas que favorecerían sus aspiraciones económicas en caso de ser ejecutadas.
Aparte de bonificaciones por firma y varias variables estipuladas en su actual contrato, hay que recordar que Dembélé cuesta 50 millones entre junio y julio, ya que el jugador y su agente querían asegurarse una salida asequible en caso de no estar a gusto en el club culé. Sin embargo, después de una temporada en la que el jugador se ha sentido de nuevo apoyado por el entrenador y que su rendimiento individual — a pesar de la lesión — ha vuelto a ser muy bueno, la renovación de Dembélé sería el anuncio galáctico que quiere avi antes de la llegada de Leo Messi.