Ronald Araujo atraviesa uno de sus peores momentos desde que llegó al FC Barcelona, y la situación empieza a generar más de un quebradero de cabeza en los despachos del club. El central uruguayo, que hasta hace no mucho era considerado uno de los pilares defensivos del equipo, ha perdido protagonismo en los planes de Hansi Flick y su rendimiento está muy por debajo del nivel esperado.

El problema no es solo deportivo, sino también económico. En el Barça ya se había valorado la posibilidad de vender a Araujo este verano si llegaba una buena oferta, especialmente teniendo en cuenta la necesidad urgente de generar ingresos y aliviar el límite salarial. La cifra que se manejaba en el club para abrir la puerta al uruguayo era de 60 millones de euros, pero con sus últimas actuaciones, esa posibilidad empieza a desvanecerse.

Ronald Araujo, durant el Barça - Sevilla / Foto: FC Barcelona
Ronald Araujo, durant el Barça - Sevilla / Foto: FC Barcelona

Un nivel preocupante en el tramo decisivo

Araujo no ha logrado adaptarse a las exigencias de Flick, ni en salida de balón ni en la gestión de espacios. Jugadores como Cubarsí e Iñigo Martínez han ofrecido un rendimiento más fiable, y eso ha provocado que el uruguayo haya pasado de ser indiscutible a ser una pieza prescindible en los encuentros clave.

En partidos recientes como el de Dortmund, Araujo volvió a cometer errores graves de colocación y desconexiones que costaron caro al equipo. Su falta de confianza es evidente, y eso se ha trasladado tanto al campo como a la percepción que tienen de él los propios compañeros y el cuerpo técnico.

El mercado se enfría

La gran preocupación para Deco, director deportivo del club, es que el mal momento del central puede espantar a posibles compradores. Equipos como el Bayern de Múnich, el Chelsea o el Manchester United, que habían mostrado interés, ahora miran hacia otro lado o rebajan considerablemente sus expectativas sobre el jugador.

Los clubes europeos, que estudian con lupa cada movimiento del mercado, no están dispuestos a pagar 60 millones por un central que no ofrece garantías en los partidos de máxima exigencia. Y en un verano donde el Barça necesita vender sí o sí, tener una pieza de ese valor de mercado que no responde en el campo puede convertirse en un problema serio.

Ronald Araujo abandona el terreny de joc lesionat en el Sevilla - Barça / Foto: EFE
Ronald Araujo abandona el terreny de joc lesionat en el Sevilla - Barça / Foto: EFE

La encrucijada del Barça

La situación deja al Barça en una posición delicada. Por un lado, necesita generar ingresos, y Araujo era uno de los jugadores con más cartel que podría ayudar en esa tarea. Por otro, su bajo rendimiento reciente rebaja drásticamente su valor, y forzar una venta ahora implicaría aceptar una oferta muy inferior a la esperada… o quedarse con un jugador que no encaja del todo en los planes del entrenador.

En el club no descartan aún una venta, pero asumen que deberán ser muy flexibles si quieren cerrar una operación este verano. Todo dependerá del interés que se mantenga desde Inglaterra o Alemania, aunque fuentes cercanas reconocen que la prioridad ya no es sacar 60 millones, sino simplemente encontrar una salida adecuada.

Flick, sin convencimiento

Hansi Flick, por su parte, no ha cerrado la puerta a seguir contando con Araujo, pero tampoco lo considera imprescindible. El técnico alemán ha dejado claro que su defensa titular pasa por Cubarsí e Iñigo, y solo un cambio drástico de rendimiento devolvería al uruguayo a la primera línea del once.

El futuro de Araujo, que hace apenas un año parecía ser uno de los intocables del Barça, está ahora más en el aire que nunca. Y mientras su nivel no repunte, Deco tendrá que sudar mucho si quiere cerrar una operación que ayude al club en lo económico y no sea vista como un fracaso en lo deportivo.