Armand 'Mondo' Duplantis contra el mundo. Así es como se podría haber resumido la final de salto de pértiga vivida durante la jornada de ayer en París. El atleta sueco, que ya he entrado en los libros de historia de las Olimpiadas, solo tenía un rival: él mismo. Su oro se daba por descontado desde la fase de clasificación, pero la gran incógnita era saber si sería capaz de romper el récord mundial. Pues bien, Duplantis firmó un salto de 6.25m y se convirtió en el nuevo Dios del cielo. Un atleta que en cada prueba desafía las normas de la física y que tiene una gran historia detrás de estos éxitos, que no todo el mundo conoce.

Armand Duplantis, un 'ovni' nacido para sobrevolar el cielo

Porque los éxitos de Armand Duplantis son también los de su familia. Su padre, Greg, que también fue atleta en la misma disciplina, se encarga de la preparación técnica, mientras que su madre, nacida en Suecia, se ocupa del apartado físico. Por lo tanto, Duplantis ha nacido con el deporte en el ADN. Su relación con el salto de pértiga existe casi desde sus primeros pasos, y ahora recoge las semillas sembradas durante 24 años. Su techo parece infinito, ya que se supera año en|a año, pero ahora toca disfrutar de un récord que ya leyenda del deporte.

'Mondo' Duplantis durante la final de salto de pértiga/ Foto: EFE

Duplantis ha asegurado en numerosas ocasiones que sus padres juegan un papel fundamental dentro de todo lo que está conseguido. Y en el documental que dirigió el director de cine Brennan Robideaux, llamado 'Born tono Fly', todo esto queda reflejado. De hecho, el director lo explica con detalles: "Cuando se tienen que vestir con los hábitos de entrenadores, lo hacen. Pero cuando se trata de ver una película en familia, tienen una relación muy equilibrada, dinámica".

Duplantis materializa su sueño desde las alturas

'Mondo' Duplantis ha robado todos los focos de estos Juegos Olímpicos de París. No solo para batir el récord mundial, sino por la forma como lo ha hecho: superando por 20 centímetros la marca anterior, del brasileño Thiago Braz (6.03). Un sueño hecho realidad que el atleta quiso transmitir así: "Todavía no he asimilado como de fantástico que fue aquel momento. Es una de las cosas que no parecen reales, una experiencia fuera del cuerpo. Todavía me cuesta asimilarlo. El sueño mayor desde pequeño era batir el récord del mundo a los Juegos Olímpicos y lo he cumplido".

Duplantis celebra su récord en el Stade de France / Foto: EFE

Además, lo ha hecho un escenario inmejorable: un Stade de France con 80.000 personas. "Había tanto de ruido que parecía un partido de fútbol americano. Tengo un poco de experiencia en estadios con capacidad para cien mil espectadores, pero nunca he sido el centro de atención. Solo intentaba canalizar la energía que me daban todos y me daban mucha. Funcionó", explica un Duplantis que será uno de los nombres más recordados de estos Juegos Olímpicos.