El Barça vuelve a sonreír, pero no todo el mundo está tan contento. El conjunto blaugrana supo dominar el partido contra el Nápoles y se clasificó para los cuartos de final de la Champions League. Buen partido culé, muy buenas sensaciones de los futbolistas, pero hubo uno que arruinó su carrera en el Barça. Por esto se confirma que ni Joan Laporta ni Deco lo pueden perdonar.
Alegría del Barça contra el Nápoles
El Barça supo jugar de la mejor manera, recuperando la presión alta, yendo a todas, chutando a la portería rival y consiguiendo goles. Sí que tuvo algún momento de debilidad defensiva, pero acabó jugando ofensivamente y sin esconderse de nada. Este dominio en el juego acabó con dominio en el marcador. Y esto quiere decir que el Barça poco a poco va recuperando las buenas sensaciones.
Pero todavía tiene que ser regular y seguir demostrando que no solo lo hace bien en un sol partido. Este Barça necesita confirmar el buen fútbol con mejores minutos contra rivales de entidad. Después de pasar de ronda en la máxima competición europea vendrá un nuevo reto en la Liga. Pero ya veremos con qué jugadores se confiará y qué futbolistas serán los que tendrán que marcar las diferencias sobre el césped.
Oriol Romeu, un problema para el Barça
Y lo que queda claro es que no puede seguir confiando en Oriol Romeu. El centrocampista catalán se volvió a sentenciar contra el Nápoles. Oriol Romeu entró en el campo en el minuto 60 y tuvo poco más de media hora de juego. El gran problema es que en muchos momentos se va muestra impreciso y cometió algunos errores difíciles de aceptar en un futbolista del primer equipo del Barça.
A pesar de que Oriol Romeu empezó muy bien la temporada, se ha ido apagando y se ha ido quedando en el banquillo de manera más habitual. Y el momento en el cual todo el mundo lo señaló contra el Nápoles fue en el tiempo de descuento del final del partido, ya con el Barça ganando por 3-1 y con 10 segundos fatídicos. Un balón que cayó dentro del área del Barça y que él no supo sacar bien. E hizo un pase muy peligroso que fue a parar a los pies de Khvicha Kvaratskhelia, que por suerte no acabó marcando.
Aunque el partido ya estaba resuelto, sí que Oriol Romeu podría haber generado cierto peligro para el Barça. Al final, sin embargo, buenas sensaciones de los culés y malas vibraciones de algún jugador puntual. Habrá que pulir ciertos aspectos para seguir aspirando a ganar títulos.