Una de las necesidades del Real Madrid para el mercado veraniego es la de reclutar a un nuevo central, que solucione los problemas que Carlo Ancelotti se ha encontrado en esa demarcación. Porque las graves lesiones de Eder Militao y de David Alaba han trastocado los planes, y Nacho Fernández no ha mostrado un rendimiento tan convincente como en años anteriores. Por esa razón, todo hace indicar que se irá en junio, cuando finaliza su contrato.
Y Florentino Pérez ya está buscando a un jugador que pueda actuar en esa demarcación, y que se convierta en un recambio de garantías, y un buen compañero para Antonio Rüdiger. Leny Yoro, del LOSC Lille, es la opción que más convence, debido a las cualidades que atesora en las botas, y a las increíbles actuaciones que ha realizado a pesar de estar todavía en edad juvenil. Pero aunque su vínculo expira en 12 meses, piden mucho dinero para soltarlo.
Además, tiene ofertas de muchos equipos ‘top’, que desean impedir que aterrice en el Santiago Bernabéu. Por lo tanto, en la capital de España tienen muchos más nombres anotados en la agenda, y tampoco se descarta dar un voto de confianza a Rafa Marín, cedido al Alavés, o apostar por algún joven talento de la cantera, como Jacobo Ramón, Álvaro Carrillo, Marvel o Edgar Pujol. Pero ‘Carletto’ es partidario de acudir al mercado y firmar a alguien con experiencia en la élite.
Gonçalo Inácio, Giorgio Scalvini o Antonio Silva son algunos nombres que han sonado con fuerza para aterrizar en el Madrid, pero también hay que mencionar a Ousmane Diomandé, que ha enamorado a todos en su primera campaña afianzado en el primer equipo del Sporting de Portugal. Llegó en enero del año pasado procedente del Midtjylland danés, después de haber pasado por el modesto Mafra luso, y en Lisboa se ha acabado de convertir en una estrella.
Con tan solo 20 años, ha disputado prácticamente todos los minutos posibles, y se ha ganado una plaza en la agenda de Florentino Pérez. Aunque hay un duro rival en la subasta.
Diomandé, una obsesión para el Arsenal
Sin ir más lejos, el Arsenal se ha obsesionado por completo con la incorporación de Diomandé, que es una petición prioritaria de Mikel Arteta, y ha obligado a la directiva a ofrecer 60 millones de euros para intentar que salga del Estadio José Alvalade.
Pero la cláusula de rescisión del internacional con la selección de Costa de Marfil está valorada en 80 ‘kilos’.