El pasado mercado de fichajes del Barça estuvo marcado por la busca de un mediocentro defensivo que debía suplir el legado que dejaba Sergio Busquets atrás. El centrocampista de Badia abandonaba el conjunto blaugrana tras más de una década ocupando el eje de la medular blaugrana. Su relevo, debía ser un futbolista familiarizado con el estilo de juego culé, capaz de compensar el equipo tanto en facetas ofensivas como defensivas.
Oriol Romeu no convence...
La opción número uno de Xavi Hernández era fichar a Martin Zubimendi, un futbolista con unas características muy importantes con un potencial para convertirse en uno de los mejores mediocentros del mundo. Sin embargo, su cláusula de rescisión era de 60 millones de euros, una cifra que el Barça no podía costear. Ante este escenario, al conjunto blaugrana se le abría un escenario complicado, pues existían pocas opciones con este perfil.
Finalmente, el elegido para ocupar esta posición ha sido un Oriol Romeu que, tras firmar una gran temporada en el Girona, volvió a su casa a cambio de 3,5 millones de euros. La decisión, en un principio, fue aplaudida por la crítica general, pero tras los primeros meses de competición, el rendimiento del centrocampista de Ulldecona está dejando muchas dudas, hasta el punto que la secretaría técnica del Barça se plantea incorporar a otro pivote en el próximo mercado de invierno.
... y Thomas Partey surge como una opción para el Barça
De momento, todavía no hay nada concreto, pero ya están empezando a florecer los primeros rumores sobre este posible fichaje. Es cierto que la situación económica del Barça sigue siendo complicada, pero en el área deportiva culé confían en poder inscribir a un nuevo futbolista durante este próximo mercado invernal. No se sabe qué sucederá con Vitor Roque, pero si el rendimiento de Oriol Romeu sigue siendo bajo, la entidad blaugrana podría priorizar fichar a otro mediocentro antes que contar con el '9' brasileño.
Y de las opciones que hay en el mercado, una de las más interesantes es la de Thomas Partey. El centrocampista del Arsenal, tras la llegada de Declan Rice el pasado verano, se ha quedado sin hueco en los esquemas de Mikel Arteta. En la Premier League tan solo ha disputado 251 minutos, mientras que en la Champions League ni siquiera ha debutado. Todo esto convierte al exfutbolista del Atlético de Madrid en una opción muy interesante de cara al próximo año para un Barça con urgencias.