El Barça, a pesar de tener aspiraciones de fichajes que, ahora mismo, no puede asumir, tiene varios futbolistas en plantilla a los que puede explotar económicamente. Con Franck Kessie está a punto de hacerlo después de que el marfileño aceptara marcharse al Al-Ahli de Arabia Saudí, mientras que con Ousmane Dembélé, todavía demorándose el acuerdo con el PSG, habiendo aparecido el Al-Nassr en escena, también apunta a venta.
No obstante, en los últimos días, el nombre que ha pasado a primer plano en clave 'mercato' del FC Barcelona es Ansu Fati, futbolista que hace un par de temporadas que está en duda en el Camp Nou y que, después de haber recuperado parte de su nivel, ha empezado a hacer llegar a Joan Laporta algunas ofertas muy importantes.
Arsenal y PSG, atentos a Ansu Fati
Según reveló el diario As durante la pasada semana, Luis Enrique se querría llevar, no solo a Dembélé, sino también a Ansu hacia el PSG. Sea como sea, en este caso es totalmente a la inversa que en el del extremo francés, ya que es el jugador quien se niega rotundamente a salir, siendo el club quien estaría por la labor escuchar ofrecidas.
Con todo, con el cambio de semana, según informa el diario Sport, ha aparecido el Arsenal en la fila de pretendientes del '10' culé, repitiéndose de nuevo este hecho. Ansu Fati tiene claro que quiere seguir en el Barça, mientras que Laporta contempla una venta si su salida desbloquea, por ejemplo, la contratación de Bernardo Silva.
El difícil "sí" de Xavi Hernández
Y mientras las altas esferas del Barça verían con buenos ojos el adiós de Ansu Fati, es el jugador quien se niega, mientras que Xavi Hernández también lo aceptaría, teniendo claro que el adiós del extremo de raíces africanas desbloquearía otras operaciones. Ya estuvo cerca de salir cuando se le vinculó con el Wolverhamtpon en un cambio de cromos con Rúben Neves, más 30 millones de euros, pero Xavi nunca quiso al portugués.
Mientras tanto, con el 'caso Neymar', Joan Laporta está muy a favor de su vuelta después de que el brasileño haya comunicado que se bajaría el sueldo lo necesario para encajar con el fair play financiero del Barça, pero, de nuevo, es Xavi quien no lo quiere en su plantilla por la mala fama de su vida privada y porque considera que su figura no es lo que necesita el proyecto del Barça para seguir creciendo.