Xavi Hernández puede ver como uno de sus grandes deseos para reforzar al Barça acaba marchándose a otro equipo, sin poder hacer nada para evitarlo. Porque ha asumido que Martín Zubimendi no podrá aterrizar este verano, por mucho que haya insistido en solicitar su incorporación a Joan Laporta. No tenía ningún tipo de duda, y estaba convencido de que era el sucesor ideal para Sergio Busquets, que a priori había comunicado que se marcharía en junio, cuando queda libre.
Rápidamente, el técnico de Terrassa pidió a Mateu Alemany que iniciara las gestiones para lograr convencer a la estrella de la Real Sociedad de su desembarco en el Camp Nou, prometiéndole un proyecto ambicioso, y un papel clave en los esquemas. Sin embargo, aunque contaban con la aprobación del jugador, en todo momento se han encontrado con un muro de hierro. Y es que el conjunto dirigido por Imanol Alguacil no estaba dispuesto a negociar.
No quieren perder a una de sus piezas clave, en especial, considerando que la próxima campaña tienen muchas posibilidades de regresar a la fase de grupos de la Champions League, una década después de la última vez que participaron en la máxima competición continental. De modo que la única posibilidad de que el centrocampista de 24 años cambie de aires es que alguien pague la cláusula de rescisión que hay incluida en su contrato, cifrada en 60 millones de euros.
Una cifra razonable, si valoramos las cualidades, el nivel y el potencial que atesora Zubimendi. El problema es que el Barça no puede pagar tanto dinero este verano por ningún futbolista, por culpa de la grave crisis económica que atraviesan. Así que han tenido que pensar en una alternativa, y el plan de Laporta consistía en aguantar otro curso más con ‘Busi’, para poder lanzarse a cerrar la contratación del vasco en 12 meses, es decir, en 2024.
Aunque puede que sea demasiado tarde, y que en ese momento el internacional español ya haya optado por hacer las maletas y abandonar Anoeta, para iniciar un nuevo desafío en otro lugar.
Mikel Arteta, desesperado por Zubimendi
Porque el Arsenal se ha unido a la subasta por Zubimendi, y Mikel Arteta está totalmente desesperado por poder tener a sus órdenes a un crack que le seduce mucho, y le recuerda a él cuando todavía estaba en activo. Los ‘gunners’ no tienen problemas en pagar lo que sea necesario y cuando sea necesario, lo que claramente les da ventaja.
El Barça necesita un milagro para que no acabe marchándose al Emirates Stadium…