Mikel Arteta no se conforma con competir. El técnico vasco quiere que su Arsenal deje de ser un aspirante para convertirse en un campeón. Tras quedarse a las puertas de la Premier League en las últimas dos temporadas —primero superado por el Manchester City y ahora por el Liverpool—, el entrenador 'gunner' ha trazado una hoja de ruta clara para el próximo mercado de fichajes: apuntalar su defensa con un central de garantías. Y en su lista de prioridades aparece en mayúsculas el nombre de Ronald Araujo.
El central uruguayo atraviesa una situación inesperada en el FC Barcelona. Lejos de su rol indiscutible en campañas anteriores, Araujo ha perdido protagonismo esta temporada, en parte por las molestias físicas, pero sobre todo por la irrupción de Pau Cubarsí y el sólido rendimiento de Íñigo Martínez. Un cambio en la jerarquía defensiva que no ha pasado desapercibido en el extranjero. Según fuentes cercanas al club inglés, el Arsenal estaría dispuesto a ofrecer 60 millones de euros por su traspaso este verano.
Araujo, una oportunidad inesperada en el mercado
Con contrato hasta 2031 y una cláusula de rescisión elevada, el Barça no tenía en mente vender a Ronald Araujo, considerado hasta hace poco una pieza clave del proyecto. Sin embargo, el contexto ha cambiado. Su rol ha quedado relegado y, aunque sigue siendo un referente en el vestuario y un líder natural, su continuidad no es tan segura como parecía tras su renovación.
Arteta cree que Araujo encajaría a la perfección en su sistema defensivo: intensidad, velocidad en la cobertura, juego aéreo y liderazgo. El Arsenal busca un perfil de central dominante para acompañar a William Saliba, y el uruguayo es visto como una solución de alto nivel para competir en la Premier y en Europa.
El Barça, entre la necesidad y el riesgo
En clave azulgrana, la posible venta de Araujo abre un debate interno: ¿conviene desprenderse de un central que, en plenitud, está entre los mejores del mundo? La respuesta no es sencilla. Por un lado, Joan Laporta y la dirección deportiva necesitan ingresos para cuadrar el fair play financiero y liberar masa salarial. Por otro, Araujo representa un perfil difícil de reemplazar por carácter, experiencia y compromiso.
El jugador, por ahora, guarda silencio, pero su entorno no descarta un cambio de aires si la dinámica deportiva no mejora. La llamada del Arsenal —un equipo en crecimiento, con aspiraciones claras y un entrenador que le quiere como pilar defensivo— podría ser un incentivo poderoso.
El verano se presenta agitado en los despachos del Camp Nou, y Araujo es una de las carpetas más delicadas. Si el Arsenal formaliza la oferta de 60 millones, el Barça tendrá que tomar una decisión de alto impacto deportivo y económico.