La fiscalía italiana ha decidido finalmente no investigar el intercambio entre Arthur Melo y Miralem Pjanic, que en verano del 2020 llevó al bosnio al Barça y al brasileño a la Juventus de Turín. Se trató de una operación para cuadrar las cuentas de ambos clubs, tocados económicamente por la pandemia de la covid.

Varios clubs italianos, en el punto de mira

En noviembre del 2021, la Guardia di Finanza, cuerpo de policía militar que depende del ministerio de economía italiano, entró en diferentes sedes de la Juventus de Turín para buscar presuntas operaciones corruptas en la compraventa de jugadores. Uno de los traspasos que estaba bajo sospecha era el de Arthur y Pjanic, pero finalmente la justicia italiana ha decidido que no hay suficientes indicios para considerarlo un delito, tal como informa el diario La Reppublica.

Arthur Melo Barca EuropaPress

Arthur Melo, con la camiseta del Barça / Europa Press

No obstante, siguen abiertas otras investigaciones de intercambios, fichajes y operaciones fraudulentas por parte de diferentes equipos italianos, que podrían derivar en sanciones económicas y/o de reducción de puntos en la Serie A. El mismo diario italiano, informa que incluso se podría excluir de la competición a algún equipo, del cual no ha revelado el nombre.

Barça y Juventus llevaron a cabo una 'trampa legal'

Aunque la fiscalía haya considerado que no hay delito en la operación entre Arthur y Pjanic, fue un traspaso 'trampa' por parte de ambos clubs. Sobre el papel, la Juventus firmó al brasileño por 72 millones de euros y vendió a Pjanic por 60. Por lo tanto, el Barça, en teoría, tendría un beneficio de 12 millones.

Joao Cancelo Manchester City EuropaPress

Joao Cancelo, con el Manchester City / Europa Press

No obstante, a la hora de justificar los números, Josep Maria Bartomeu decidió hacer una 'trampa legal'. En vez de presentar la pérdida económica que supone el fichaje de un jugador en un ejercicio, repartió los 60 millones de euros en los cuatro años que el futbolista había firmado con el Barça. Es decir, el gasto del traspaso de Pjanic era de 15 millones por temporada. Todo eso se hizo para maquillar las cuentas de la entidad blaugrana.

No es la única operación de la Juventus que ha sido investigada. El intercambio entre Cancelo y Danilo, con el Manchester City, también ha estado bajo sospecha, porque se utilizó una fórmula similar. La fiscalía, sin embargo, ha decidido que el traspaso con los ingleses tampoco es constitutivo de delito.

 

Andrea Agnelli, presidente de la Juventus, bajo sospecha por posibles operaciones fraudulentas en la compraventa de jugadores / EFE