Fernando Alonso es, desde su llegada, una bendición para Aston Martin. La experiencia, el carisma y el talento del español le hace prácticamente el piloto perfecto, pero el '14' es especial. Los atletas que, dentro de su deporte, están a otro nivel, tienen una ambición desmedida que, por mucho que ganen, siempre quieren más.
Alonso, además, ha tenido una carrera muy movida, quedándose a las puertas del Mundial de F1 en tres ocasiones. Si ya es considerado como uno de los mejores de la historia, haberlos ganado le acreditaría como uno de los más laureados. En este sentido, su ambición desmedida, aparte de para ser uno de estos genios, tiene justificación. En este contexto, es Aston Martin quien sale perdiendo. El asturiano confía mucho en el proyecto de la escudería británica, en la llegada del túnel de viento de cara a 2025 y de la motorización Honda para 2026, pero no tiene tiempo para esperar.
Fernando Alonso y la puerta cada vez más abierta de Red Bull
A sus 42 años, Fernando Alonso sigue encontrándose en plena forma tanto a nivel mental como a nivel físico. Sea como sea, no puede esperar. La F1 no espera y Red Bull sigue demostrando una hegemonía prácticamente indestructible. Solo fue el paréntesis de Australia, excepcional en vista de que fue un problema de frenos el que obligó la retirada de Max Verstappen, que permitió una nueva victoria no Red Bull, también firmada por Carlos Sainz.
El caso es que, con todo el caso Horner y la consiguiente posible salida de Max Verstappen del equipo, Fernando Alonso ve cómo la puerta de Red Bull está cada vez más abierta y, evidentemente, no la desperdiciará. Esta y el destino de un Adrian Newey por quien Lawrence Stroll ha hecho una oferta estratosférica son las claves del futuro de Fernando Alonso.
Además, aparte del tema Jos Verstappen, Max, Helmut Marko y Christian Horner, también es todo un melón la continuidad de Checo Pérez. El mexicano fue subcampeón durante la pasada temporada, pero su labor, sobre todo durante las jornadas de qualy, no satisfizo a Helmut Marko. Por esta razón, en caso de volver a tropezársele los sábados y de no firmar una temporada a la altura del mono que defiende, podría presentarse el escenario en el que a Red Bull no solo le quede libre el asiento de Verstappen, sino también el de Checo. En este contexto hipotético, la continuidad de Fernando Alonso en Aston Martin sería prácticamente imposible y podría depender directamente del futuro de Adrian Newey. El problema es que todo el equipo está pendiente de un piloto que, evidentemente, quiere un coche rápido y lo quiere lo antes posible.