La temporada de Aston Martin no ha comenzado todo lo bien que a la escudería inglesa le gustaría. Si comparamos el punto en el que se encuentran ahora los de Silverstone con el mismo momento hace un año, observaremos que han pasado de pelear por podios a celebrar un quinto puesto como buen resultado. Y es que la buena imagen inicial de Aston Martin se fue diluyendo con el paso de los grandes premios y la falta de paquetes de mejoras le hicieron caer hasta la quinta posición en el mundial de constructores.
Sin embargo, este año la hoja de ruta en Silverstone es totalmente opuesta: irán mejorando las prestaciones de su monoplaza a medida que avancen las semanas. Precisamente una de las mejoras estaría planificada para llegar en el Gran Premio de Japón celebrado en Suzuka. A falta de ver cómo responde el AMR24 ante esta modificación, Mike Krack insiste en que hay que ser pacientes y esperar a las novedades en el desarrollo del coche.
Suzuka será la siguiente prueba de fuego para Aston Martin
La mejora del monoplaza de Aston Martin es sutil: aunque la degradación ya no es tan masiva, el coche no es tan bueno como se esperaba en clasificación. Si bien es cierto que Mike Krack, jefe de equipo de Aston Martin, pedía calma, parece que las grandes mejoras se harán de esperar más de la cuenta. De momento, el equipo inglés se marca Suzuka en rojo en calendario para poner a prueba un gran paquete de mejoras.
Desde la propia escudería ya ha salido alguna filtración sobre la posibilidad de un gran kit aerodinámico importante para el Gran Premio de Japón. A falta de ver si se trata de una mejora real o una específica de adaptación al circuito, Aston Martin trabaja en mejorar la carga general del coche, que empeora la del monoplaza de 2023. De ver un AMR24 muy cambiado en Suzuka significaría que los de Silverstone se han puesto las pilas, ya que el primer gran paquete de evolución se esperaba para Imola 40 días más tarde.
El AMR24 mejora, pero no conserva los puntos fuertes del AMR23
La realidad con Aston Martin es que en una sola temporada consiguieron pasar de ser antepenúltimos en el mundial de constructores a ser el segundo mejor monoplaza en el inicio de temporada. Sin embargo, el suflé que se había generado con el AMR24 se ha venido completamente abajo: el coche mejora los puntos débiles del AMR23, pero no conserva los puntos fuertes del monoplaza de la temporada pasada.
El coche que ha presentado Aston Martin este año es "aerodinámicamente muy diferente respecto a su predecesor", explicaba Tom McCullough, director de rendimiento del equipo inglés. Con ello, los de Silverstone han conseguido hacer un monoplaza que vuela en clasificación, pero que sufre en carrera al tener que cargar el depósito y gestionar los neumáticos durante más de una sola vuelta. De momento estamos en la tercera carrera del calendario y habrá que ver cómo se adaptan las mejoras al AMR24, pero la realidad es que la 33 hoy parece más lejos que hace un año.