El Barça pierde los dos primeros puntos de la temporada en la Liga Santander después de empatar a un gol contra el Athletic Club en San Mamés (1-1). Partido decepcionante blaugrana y gracias por la insistencia y el gol de Memphis Depay.

Un mal presagio

El nuevo Barça es como el viejo Barça, pero sin el jugador que decidía partidos. Como ya era habitual la temporada pasada, inicio con muchas dudas y con un rival que presionaba muy arriba. Por lo tanto, comienzo con sufrimiento, tal como acabó el partido anterior contra la Real Sociedad.

Y después de unos primeros minutos sin saber como salir con el balón controlado, una jugada aislada de Memphis, con fantasía dentro del área, ha dado la opción a Braithwaite de marcar el primer gol. Pero el delantero danés no es un león letal y ha perdonado desde la frontal del área pequeña lo que era más fácil.

Memphis Depay entre rivales / EFE

Pero los avisos de verdad han sido del Athletic: balón al larguero de Sancet en el minuto 11 y regalo del portero Neto que casi acaba en gol de Iñaki Williams en el 18. Y ha vuelto a quedar demostrado que el Barça echa muy de menos a Ter Stegen, el único capaz de jugar con los pies como un futbolista de campo.

El gran problema del Barça, sin embargo, ha llegado a la media hora de juego cuando Gerard Piqué ha tenido que ser sustituido después de recibir un fuerte golpe en las costillas por parte de Berenguer. Araujo ha tenido que salir al campo sin calentar, pero la pareja con Eric Garcia ha sido sólida. También gracias a la ayuda de Jordi Alba y Dest. En el Barça han sido protagonistas los jugadores defensivos, y eso no es buena señal.

Y es que sólo con la voluntad de Memphis no se puede ganar en San Mamés, y menos con el retorno de una afición entregada. Braithwaite no da para más y Griezmann parece que todavía esté de vacaciones. Tampoco ha sido un día inspirado para De Jong, Pedri o Busquets.

Frenkie de Jong superando a Mikel Balenziaga / EFE

El momento de rugir

Pero el gol anulado a Araujo de chilena justo antes del descanso, por fuera de juego de Braithwaite, ha sido una clara definición de este Barça: insistente, asustando a ratos sin saber como, y siempre llegando a destiempo o cuando no tocaba. Y a esta decepción del final de la primera mitad se ha añadido otra al inicio de la segunda mitad. No ha sido en el primer minuto de la reanudación ya que Araujo ha evitado el gol sobre la línea, pero sí en el minuto 50 cuando Iñigo Martínez ha marcado el primer gol de cabeza después de un córner.

El Athletic ha vuelto a rugir y San Mamés lo ha celebrado. Los leones han asustado con su presión, con su velocidad y con sus arañazos a balón parado. Un Barça tocado y casi hundido, pero que no ha dicho la última palabra.

Memphis ha seguido creyendo, pero pocos le han acompañado. Han entrado en el campo Sergi Roberto y ha debutado Yusuf Demir. Los dos un poco descentrados. Pero en el minuto 74, De Jong ha hecho una vaselina imposible que ha acabado tocando el larguero, y un minuto después Memphis ha hecho un golazo con la pierna izquierda para empatar al partido.

Memphis Depay corriendo detrás del balón / EFE

El Barça ha buscado el gol de la victoria y el Athletic también. Los últimos minutos han sido de pura electricidad. Emerson Royal ha sido el último cambio de Ronald Koeman para intentar crear peligro por la banda derecha, pero ha sido por la izquierda, donde estaba Memphis, por donde los blaugrana han creado realmente peligro.

Y a pesar de querer ganar, ninguno de los dos equipos lo ha podido conseguir. Se lo ha merecido más el Athletic. Y el Barça ha acbado con diez futbolistas tras la expulsión de Eric Garcia en el último minuto. Al final, empate a un gol y primeros dos puntos que se deja el Barça en la Liga.

 

Imagen principal: Memphis Depay celebrando su gol / EFE