El segundo episodio de una trilogía de derbis madrileños que se vivirán en solo 15 días ha acabado con una sonrisa para el Atlético de Madrid. Después de la derrota que sufrieron a las semifinales de la Supercopa de España, los hombres del Cholo Simeone se han tomado la revancha contra el Real Madrid con un trepidante triunfo sellado en la prórroga (4-2). Una genialidad de Griezmann y una diana de Riquelme en el tiempo extra han decantado un duelo que en los primeros 90 minutos ha tenido de todo: intensidad, lucha y goles. Samuele Lino y Morata han sido los goleadores del conjunto local antes de la prórroga, mientras que los blancos han igualado el duelo en dos ocasiones gracias a una diana en propia de Oblak y un gol de Joselu.

Intensidad y goles para los dos lados

Solo ocho días más tarde del derbi madrileño de la Supercopa de España, el Atlético de Madrid ha recibido a los hombres de Carlo Ancelotti en el Metropolitano. En juego, un billete para los cuartos de final, además de todo lo que rodea un partido de estas magnitudes. El partido estelar de estos octavos de final que en la primera media de juego no ha decepcionado el espectador neutral.

Griezmann controla la pelota rodeado de jugadores del Real Madrid / Foto: EFE

Ambos equipos han saltado al terreno sin negociar esfuerzos y buscando la portería rival. Como era de esperar, el Real Madrid ha monopolizado la posesión de la pelota, pero el Atlético de Madrid ha sabido crear peligro a través del contragolpe. Un escenario que ha generado varias ocasiones, en las dos áreas. Ahora bien, las más claras de ellas las ha generado el combinado blanco. Primero, a través de las botas de Bellingham, que ha enviado la pelota al palo después de una gran jugada individual. Después, a raíz de una gran jugada colectiva que, ni Rodrygo, ni Vinícius han podido convertir gracias a una doble intervención de Jan Oblak.

Mientras el Real Madrid no era capaz de encontrar el primer gol, el Atlético de Madrid, que solo había intimidado a Lunin con un tierno remate de cabeza, esperaba su momento para intentar adelantarse en el marcador. Y este ha llegado en el minuto 39, cuando Samuele Lino ha recogido una pelota en el segundo palo para superar al portero ucraniano con un sutil remate en el palo lejano. 1-0 en el marcador y el Metropolitano completamente enloquecido. Pero la alegría colchonera ha durado poco. Justo antes del descanso, en una falta lateral, Oblak ha salido mal y se ha introducido la pelota en el fondo de su red. Una jugada desafortunada que ha provocado una merecida igualdad.

Rüdiger i Modric, celebrando el gol en propia de Oblak / Foto: EFE

Morata perdona y el partido se marcha a la prórroga

Pero si la primera parte ha acabado con un jarrón de agua fría para el Atlético de Madrid, propiciado por el error del portero balcánico, el segundo tiempo ha empezado marcado por un 'regalo' de Lunin. El portero blanco no ha atrapado una pelota sencilla y, después de un rebote con la pierna de Rüdiger, Mortata ha vuelto a adelantar a los locales con una de las dianas más sencillas de su carrera. Quedaban 30 minutos de partido y los del Cholo Simeone tenían que hacer lo que no ha sabido hacer en los últimos 180 minutos: aguantar el resultado para adjudicarse la victoria.

Sin embargo, las peores pesadillas han vuelto a invadir al Atlético de Madrid. Aunque en esta ocasión ha optado por seguir atacando, llegando incluso a generar varias oportunidades que hubieran cerrado el partido en caso de convertirlas, Joselu, justo en la jugada consecutiva de un error claro de Morata, ha vuelto a igualar el partido. Quedaban pocos minutos para el final de los 90 minutos reglamentarios, pero en el tiempo de descuento el Real Madrid ha disfrutado de una nueva ocasión para cerrar el partido. Así y todo, Vinícius no ha estado acertado y el partido se ha marchado a la prórroga.

El Atlético de Madrid celebra la diana de Mortata contra el Real Madrid / Foto: EFE

Antoine Griezmann marca el camino hacia los cuartos de final

El tiempo extra ha empezado con un ritmo bajo. La fatiga afectaba a los dos equipos y la intensidad ya no era la misma. Un contexto de partido que no invitaba a ver mucho espectáculo y no dejaba espacio a ningún cambio de guion. Pero cuando el partido parecía establecido en fase rem, la magia de Griezmann lo ha cambiado todo. El francés ha recogido una pelota en su propio campo y aguantándole la carrera en un entregado Vinícius, ha acabado batiendo a Lunin, dibujando una diana espectacular.

Finalmente, cuando quedaban pocos minutos para el final, con los blancos volcados en busca del empate, Riquelme ha cerrado la eliminatoria a la contra con un chute imposible de parar para el portero blanco.