Histórico Girona. El conjunto catalán empata en el Wanda Metropolitano contra el Atlético de Madrid y sigue vivo en la Copa del Rey (3-3). Los goles de Valery, del incansable Stuani y Doumbia permiten a los gerundenses pasar a los cuartos de final de la competición copera.

El Girona, un año y medio después de llegar a la máxima categoría del fútbol español, sigue aleccionando a los rivales. Con un carácter humilde y trabajador, van dejando una gran huella por allí donde pasan.

Ya en la primera visita del Real Madrid en Montilivi pusieron las cartas sobre la mesa, en la Liga pasada estuvieron a punto de entrar en posiciones europeas, y ahora siguen haciendo grande su idilio. Nuevo empate contra el Atlético de Madrid y, ahora sí, a los cuartos de final de la Copa del Rey.

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El Atlético tiene una pesadilla

Por primera vez en la historia del Girona que el equipo rojiblanco llega tan lejos en la competición del KO. Y lo ha conseguido contra uno de sus rivales preferidos. Diego Pablo Simeone, el entrenador colchonero, no hay manera que derrote al Girona. Todos sus enfrentamientos se han acabado en tablas.

Kalinic, el delantero del Atlético, ponía el miedo en el cuerpo de un Girona guerrero en el minuto 12. Entonces, el gol del atacante croata despertaba a los catalanes. Valery, el joven lateral del filial gerundense, igualaba el partido antes del descanso.

Pero la cosa no se acabaría aquí porque tenía que aparecer el tan querido Stuani. El killer del Girona ha vuelto a desnivelar el duelo y ha obligado a Simeone a poner toda la carne en el asador.

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La resistencia gerundense

Y ha llegado el momento de Griezmann. La estrella francesa ha salido a falta de media hora y ha cambiado el partido. Correa empataba poco después de la salida de Griezmann, y ya en el minuto 84 el mismo delantero francés marcaba el tercer gol del Atlético.

Pero cuando parecía que el 3-2 del Atlético sería definitivo, ha aparecido uno de los tapados. Borja García, que no había completado un gran partido, disparaba a romper la portería dos minutos antes del 90, y Doumbia, el delantero suplente del Girona que necesitaba reivindicarse, ha puesto el pie para empatar el partido y tumbar al Atlético.

La resistencia gerundense ha aparecido. El Wanda Metropolitano en pleno se ponía las manos en la cabeza y los diez futbolistas que vestían de amarillo (más el portero Gorka Iraizoz), han podido defenderse hasta el pitido final.

Esta vez, a pesar de sufrir hasta el último minuto, el Girona sigue haciendo historia. Tres goles marcados al Atlético, una auténtica proeza, y una eliminación sonada.