La situación de Ansu Fati en el FC Barcelona está llegando a un punto crítico. El joven canterano, que durante años fue señalado como una de las grandes promesas del club, no ha disputado ni un solo minuto en los dos últimos partidos, a pesar de estar totalmente recuperado de su lesión. Esta falta de protagonismo está empezando a generar inquietud, no solo en el entorno del jugador, sino también en el propio Ansu, que comienza a plantearse un futuro lejos del equipo si la situación no cambia pronto.
Desde que Hansi Flick tomó las riendas del Barça, Ansu Fati ha tenido un rol mucho más secundario del que estaba acostumbrado. Aunque el técnico alemán ha reiterado en varias ocasiones que confía en el talento del joven delantero, lo cierto es que los hechos no respaldan estas palabras. Con solo algunos minutos disputados en lo que va de temporada, Ansu empieza a sentirse fuera de los planes principales de Flick. Para un jugador de su talento y proyección, estar en el banquillo sin oportunidades resulta frustrante.
La situación se ha vuelto tan tensa que desde el entorno del jugador ya se empieza a hablar de una posible salida en el próximo mercado de enero si no cambian las cosas. Ansu Fati no está dispuesto a pasar otra temporada sin protagonismo, y su paciencia se agota. A sus 21 años, el delantero sabe que necesita minutos para recuperar el ritmo competitivo y volver a ser el jugador desequilibrante que maravilló a todos en su irrupción en el primer equipo. Las constantes lesiones ya quedaron atrás, pero el tiempo en el banquillo es el nuevo obstáculo que debe superar.
Los próximos meses serán clave para definir su futuro. Si Flick no le da más protagonismo pronto, es casi seguro que Ansu buscará una salida en enero. Las ofertas no le faltan. Varios equipos de la Premier League y de la Serie A han mostrado interés en hacerse con sus servicios, conscientes del potencial de un jugador que, si está en su mejor forma, puede ser decisivo en cualquier equipo. Sin embargo, el canterano sigue priorizando triunfar en el FC Barcelona, el club de su vida, pero todo tiene un límite.
En el vestuario, la situación de Ansu Fati no ha pasado desapercibida. Jugadores cercanos al delantero saben de su frustración y entienden su deseo de tener más minutos. La presión ahora recae sobre Hansi Flick, que deberá decidir si finalmente le da la confianza que el jugador necesita o si deja que uno de los talentos más prometedores del club termine buscando nuevos horizontes en el próximo mercado invernal. La cuenta atrás ha comenzado.