Alejandro Balde no quiere perderse la final de la Copa del Rey por nada del mundo. El joven lateral izquierdo del Barça, que se encuentra en plena recuperación tras su grave lesión, ha lanzado un mensaje rotundo dentro del vestuario: hará todo lo posible para estar disponible el próximo 26 de abril, cuando el conjunto azulgrana se enfrente al Real Madrid en La Cartuja.
La noticia ha corrido como la pólvora entre los compañeros y miembros del cuerpo técnico, y ha generado una mezcla de admiración e incredulidad, especialmente entre los más jóvenes del vestuario. Lamine Yamal, Pau Cubarsí o Fermín López, que comparten una relación cercana con Balde, no han tardado en mostrar su sorpresa y respeto por el compromiso del lateral.
Un objetivo entre ceja y ceja
Balde sufrió una lesión muscular, lo que obligó al club a frenar en seco su progresión. Las primeras estimaciones situaban su regreso para principios de mayo. Sin embargo, desde que inició el proceso de recuperación, el canterano se ha obsesionado con una fecha: el 26 de abril.

El lateral está trabajando más que nunca. Y aunque los plazos médicos todavía son ajustados, en el club no descartan que pueda estar, aunque sea con un rol más simbólico o como revulsivo desde el banquillo. Balde no quiere quedarse fuera de una final contra el eterno rival.
Una actitud que contagia
Más allá de su rendimiento sobre el césped, lo que ha impactado al vestuario es la actitud de Balde. A pesar de su juventud, ha mostrado una madurez poco habitual en este tipo de situaciones. Sabe lo que representa el Clásico, sabe lo que significa un título en un año difícil, y quiere estar para aportar, aunque no sea al 100% físicamente.
Lamine Yamal, uno de sus grandes amigos en el vestuario, ha quedado especialmente tocado por el ejemplo de superación del lateral. También jugadores como Pedri o Ter Stegen han elogiado su profesionalidad.

Flick lo valora… pero no tomará riesgos
Hansi Flick, que espera cerrar su primera temporada con al menos un título, valora mucho el esfuerzo de Balde. Sin embargo, el técnico alemán no tomará ningún riesgo innecesario. La prioridad es que el jugador vuelva bien, sin recaídas, y con margen de recuperación de cara a lo que viene. Aun así, si los informes médicos dan luz verde en la semana previa a la final, Flick no dudará en contar con él, al menos como una opción en el banquillo.
Una final con aroma a revancha
La final de Copa del Rey ante el Real Madrid es mucho más que un partido para el Barça. Es la oportunidad de levantar un título ante el eterno rival, pero también de demostrar carácter, orgullo y futuro. Y en ese escenario, el regreso de Balde sería el broche perfecto a una historia de esfuerzo y superación.
En un vestuario cada vez más joven, con muchas promesas llamadas a liderar el proyecto del futuro, ejemplos como el de Balde valen más que mil palabras. Porque a veces, el mejor mensaje no se da con discursos, sino con trabajo silencioso. Y en eso, Alejandro Balde está siendo el mejor de todos.