Gareth Bale tiene desde hace mucho tiempo un objetivo entre ceja y ceja. Disputar un Mundial de fútbol con la selección de Gales. Los Red Dragons acumulan 64 años sin participar una Copa del Mundo, por lo que participar en Qatar 2022 sería un éxito espectacular. Es por ello que Bale no dudó en forzar su físico en otoño, cuando salía de una lesión, lo que al final terminó en recaída en un enfado mayúsculo del Real Madrid.

Y ahora, desvinculado ya del club blanco, Bale solo tiene ojos para el Ucrania-Gales del próximo domingo, con un billete para el Mundial de Qatar. El expreso de Cardiff lideró la victoria de Gales ante Austria en la primera eliminatoria, por lo que solo está a un paso de lograr el gran sueño que tiene desde niño. En ese partido, además, también se decidirá el futuro deportivo de Bale.

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Gareth Bale, tras marcar con Gales / Europa Press

Bale, al Tottenham si Gales juega el Mundial

Porque Bale tiene claro que si Gales llega al Mundial él debe jugar en la élite para estar en forma. En este sentido, el atacante considera aceptar la oferta que tiene del Tottenham Hotspur para jugar en la Premier League. Los spurs tendrían un futbolista de primer nivel, mientras que Bale se mantendría en plena forma para llegar en óptimas condiciones a la cita mundialista. En el caso de producirse este hecho, Bale pasaría a ser rival potencial del Real Madrid en la Champions League, una situación que Florentino Pérez ya había descartado prácticamente, al considerar que el galés estaba entre la retirada y el fichaje por un club de menor entidad.

Todo cambiaría si Ucrania se impone a Gales. Con Bale sin opciones de jugar el Mundial, en Inglaterra aseguran que su próximo club sería muy probablemente el Cardiff City, el equipo de su ciudad, donde Bale podría centrarse en el local que tiene en propiedad y en practicar su gran pasión, el golf.

Gareth Bale Gales Golf Real Madrid Europa Press
'Gales, Golf, Madrid, en este orden', la histórica pancarta sobre las preferencias de Bale / Europa Press

Gales, contra una Ucrania ultramotivada y contra la historia

Para lograr su sueño, sin embargo, la Gales de Bale deberá afrontar este domingo un partido de una dificultad máxima. Y es que a pesar de jugar en casa, en el Cardiff City Stadium, enfrente tendrá a una Ucrania que afronta sus partidos con una pasión y una entrega inigualable por el conflicto bélico que vive su país. Ya lo demostró en la anterior eliminatoria, en la que pasó por encima de Escocia, a la que venció en Glasgow por 1-3, con goles de Yarmolenko, Yaremchuck y Divbyk. “No es una victoria para nuestros jugadores, es para nuestro país, es una victoria para Ucrania. Las fuerzas armadas, en las trincheras o en el hospital, nos dan las gracias, pero nosotros también se las damos. Jugamos por los que luchan hasta la última gota de su sangre. Jugamos por los ucranianos que sufren todos los días", afirmó Oleksandr Petrakov el seleccionador de Ucrania, tras el partido.

Gales, pues, ya sabe que tendrá que salir a por todas desde el primer minuto. La última y única vez que los Red Dragons participaron en un Mundial fue en Suecia 58, el que inició el legado de Pelé. Y lo cierto es que su clasificación fue polémica, pues sobre el césped quedaron eliminados, al terminar segundos en la fase de clasificación, tras Checoslovaquia. En la zona de clasificación afroasiática, tanto Egipto como Sudán se negaron a enfrentarse contra Israel por la crisis de Suez. Al mismo tiempo, Indonesia solo aceptaba jugar contra Israel si el partido era en terreno neutral. Finalmente, la FIFA decidió otorgar la oportunidad a un segundo clasificado, y por sorteo. Bélgica fue designada, pero rechazó el ofrecimiento. Gales, la siguiente, aceptó y superó a Israel al vencer por un global de 4-0.

 

Imagen principal: Gareth Bale, con Florentino Pérez / EFE