En Real Madrid todo era euforia y adrenalina después de vencer al Paris Saint-Germain, y acceder a los cuartos de final de la Champions League. Nadie apostaba por ellos, después de ser claramente superados en la ida, y durante los primeros 45 minutos de la vuelta. Por suerte, apareció la figura de Karim Benzema, que hizo una actuación estelar, y con un ‘hat-trick’ consiguió sellar la clasificación a la siguiente ronda. Una noche histórica.
En el vestuario se respiraba felicidad y las celebraciones fueron por todo lo alto. Solamente un jugador se mostró inexpresivo, y apenas cambió su estado de ánimo. Obviamente, no puede tratarse de otro que de Gareth Bale, una noticia que a muchos ya no les pilla por sorpresa. No es la primera vez que hace algo así, pero eso no impidió que Carlo Ancelotti se mostrara enfadado y sorprendido. Y, como es lógico, también estaba realmente disgustado.
Aunque todos los futbolistas estuvieran con una sonrisa de oreja a oreja, después de eliminar a uno de los grandes favoritos a levantar el trofeo, el galés estaba en su mundo, como es habitual. Y parecía estar más decepcionado por no haber disputado ni un solo minuto, que alegre por la victoria de su equipo. Una cosa que Florentino Pérez también pudo comprobar en primera persona, cuando bajó a felicitar a todos los futbolistas uno a uno.
Este hecho se une a la interminable lista de escándalos que el ex del Southampton ha protagonizado en el Santiago Bernabéu en las últimas campañas. Lógico que ya estén hartos de él, y esperan que se marche lo antes posible. Por fortuna, no queda mucho para su despedida, que será en junio, momento exacto en el que finaliza su contrato. No hay conversaciones para renovar, y nunca las ha habido, y se despedirá después de nueve años en la entidad, con una cesión a la Premier League de por medio.
Desgraciadamente, será recordado por estos episodios, y no por los grandes momentos que ha vivido. Porque también ha tenido noches de gloria, anotando en dos finales de la Copa de Europa, y en una de la Copa del Rey.
Ya nadie se acuerda de eso.
El Tottenham Hotspur, su próxima parada
La salida de Bale es 100% segura, y todo hace indicar que acabará su carrera en el Tottenham Hotspur. El extremo de 32 años vivirá su tercera etapa en la entidad Londinense, después de jugar a préstamo allí la campaña pasada, y es una operación que ya tiene el visto bueno de Antonio Conte.
Se irá por a puerta de atrás del Madrid, y más, después de ver comportamientos como el que tuvo después del choque ante el PSG.
Ancelotti ya no sabe qué hacer con él.