La historia que une al Real Madrid con Gareth Bale está llegando a su fin. Florentino Pérez ya ha dejado claro quien son los futbolistas de la plantilla que quiere en su club y cuáles no. Durante 2021, innumerables jugadores fueron citados en su despacho para renovar su contrato. Son un ejemplo Karim Benzema, Thibaut Courtois, Carlos Casemiro, Dani Carvajal o Lucas Vázquez, entre otros. El caso es que los futbolistas que tienen contrato hasta finales de la presente temporada y serán renovados ya han sido notificados por el presidente.
No obstante, hay tres activos de renombre que Carlo Ancelotti considera prescindibles y que recibirán la carta de libertad a partir del 30 de junio pudiendo fichar a coste cero por cualquier otro club. Estos son Marcelo Vieira, Isco Alarcón y Gareth Bale. En el caso del mediapunta de Benalmádena y del extremo de Cardiff, han estado en el centro de todas las miradas por sus actos de indisciplina y por no prestar mucha atención a su estado físico. Con respecto a Marcelo, ha demostrado que, a sus 33 años, ya ha dado el máximo de sus capacidades en el club y que ya no tiene nivel por un equipo de primera línea.
Gareth Bale y sus ofensas al madridismo
Sobre todo en el caso de Gareth Bale, ha sido el jugador más anárquico de la plantilla con diferencia. El galés ha protagonizado reiterados episodios que han ofendido el madridismo. El más recordado de ellos y el más mediático se produjo durante la repesca para acceder a la pasada Eurocopa. Los jugadores de Gales (incluido Bale), orgullosos de haber vencido a Hungría y certificado su billete para el campeonato continental, mostraron una bandera en que aparecía el siguiente mensaje: "Gales-Golf-Real Madrid. En este orden".
Concretamente, se refería a las aficiones y preocupaciones principales de la estrella de la selección y nació a raíz de unos cánticos que se inventaron los aficionados galeses. No obstante, hay más actuaciones poco profesionales en el expediente del futbolista. La última de ellas se produjo el pasado 20 de enero en el Estadio Martínez Valero. Con 0-0 en el marcador, Gareth Bale fue avisado para calentar en el minuto 48, y cinco minutos después, volvió al banquillo bromeando por el poco tiempo que habían durado sus ejercicios. Con todo, en vez de sentarse, se quedó de pie en el área técnica a pesar de los reiterados avisos del cuarto árbitro.
Bale no quiere ser recordado como un traidor
Con todo, Gareth Bale no quiere ser recordado como un traidor allá donde más querido se ha sentido. Ciertamente, en el Santiago Bernabéu ha sido objeto de críticas cuando no ha sido capaz de jugar al nivel que se le atribuye y desea hacer las maletas como antes mejor. Sin embargo, ha rechazado la última oferta que ha recibido. El Arsenal de Mikel Arteta se ha interesado por él, pero Bale no quiere traicionar al Tottenham. El conjunto lilywhite es el que lo ha convertido en futbolista y donde se ha reencontrado con el gol y con las buenas sensaciones a raíz de su cesión al combinado londinense durante la temporada 2020/21.
Por esta razón, Bale no ha querido ni oír hablar de aterrizar en Londres. Tiene claro que si regresa a la capital inglesa será para jugar con Harry Kane y compañía y no para ir al principal rival del norte de la ciudad. Sea como sea, la salida de Gareth Bale del Real Madrid se producirá tarde o temprano y tiene diferentes ofertas sobre la mesa para hacerlo.