El Barça no ha podido pasar del empate en el Camp Nou ante el Alavés (1-1). Los blaugrana han vuelto a pinchar el día post-Koeman y en el debut de Sergi Barjuan como interino, y se alejan de las posiciones más altas de la Liga. Las noches terroríficas, hoy más que nunca, no se acaban.
Cuando un entrenador es despedido o se va, todos los jugadores de la plantilla tienen ganas de reivindicarse. Los que son titulares para mantenerse y los suplentes para cambiar la dinámica de titularidad. Mientras el Barça y Xavi Hernández acaban de atarlo todo para hacer el anuncio oficial, Sergi Barjuan ha asumido el cargo de interino con el mensaje de recuperar la alegría.
Paciencia
Los últimos tiempos en can Barça han sido decepcionantes. Las humillaciones en la Champions y la marcha de Leo Messi no ayudaban a los ánimos culés y el estilo de juego tampoco ilusionaba. Ronald Koeman iba andando esta temporada por una línea fina entre el precipicio y sumar victorias que lo único que hacía era alargar la agonía. Estaba claro que el neerlandés tenía que ser destituido y ahora es tiempo para reconstruir, creer en una filosofía y tener paciencia. Mucha paciencia.
Desde las oficinas culés desean que Xavi llegue cuanto antes mejor, pero en tierras arábigas se quieren esperar para después del 3 de noviembre. La situación del Al Sadd, que es líder de la liga, es complicada, pero comprensible. Sabe que el sueño del de Terrassa es dirigir al club de su vida. Con este escenario, el Alavés visitaba el Camp Nou con la intención de seguir haciendo la herida más grande mientras que los blaugrana estaban buscando las gasas para parar la hemorragia.
Por su parte, Barjuan ha decidido coger el rol con una decisión valiente y ante la oportunidad de su vida. El exjugador y técnico del filial se presentaba en su primer compromiso sin ningún sello personal a priori. La alineación que ha presentado la podría haber dejado preparada Koeman antes de marcharse. No había ninguna novedad.
No ha habido muchas diferencias de juego. El Barça ha dominado y ha sido claramente superior a los vascos, pero las ocasiones eran escasas y el marcador no se movía. Los de Calleja tenían la mala suerte de tener que sustituir a dos jugadores en la primera parte y el Kun Agüero se ha tenido que marchar del terreno de juego por un mareo. El argentino ha sido trasladado a un hospital para futuras pruebas y se desconoce qué le ha podido pasar realmente.
En la reanudación, Memphis ha hecho levantar de sus asientos a los aficionados culés con un golazo con un espectacular chute. Una alegría que ha durado muy poco y es que Rioja ha puesto las tablas en el luminoso sólo tres minutos después. Los culés no se han desanimado y han tenido sus mejores minutos de juego.
Gavi, uno de los mejores de la noche, ha sido uno de los más enérgicos, pero el acierto de cara portería se había acabado. Ni Depay, ni Coutinho, ni Nico... ninguna ocasión ha podido acabar al fondo de la red. El público se intentaba animar con la entrada de Riqui Puig, ovacionado, pero no ha habido manera de rehacerse. Nuevo empate y el Barça que necesita cambiar este rumbo como sea.