¡El primer clásico del año! Qué manera de empezar la temporada. Primer partido oficial, primer Real Madrid-Barça. Esta tarde ha empezado una nueva edición de la Supercopa de España y la suerte (y la mala temporada del Barça el año pasado) ha querido que la semifinal sea este partidazo, casi una final anticipada. Dos equipos muy renovados y con muchas ganas de triunfar en los próximos meses que, ya desde el inicio, han mostrado un nivel de baloncesto estelar. Un partido muy igualado, con el conjunto blanco como leve dominador, que se ha acabado decidiendo en los últimos instantes. Con un resultado final de 89-83, el Real Madrid es el primer finalista de la Supercopa.

¿Grandes defensas o nervios iniciales?

Los primeros minutos han sido interesantes, cuando menos. 4-7 cuando ya llevaban 5, y con muchos más errores que aciertos por parte de los dos equipos. Ningún lanzamiento entraba y todos los pases resbalaban de las manos. Quizás lo podemos atribuir a las buenas defensas de los dos equipos, pero es discutible. Poco a poco, los lanzadores han empezado a coger ritmo. Campazzo para el Madrid y Brizuela para el Barça se han encargado de ponerse el juego exterior a la espalda con sus triples. Al final, el primer cuarto ha tenido una anotación decente (20-18).

La entrada de Ibaka para el Real Madrid en el segundo cuarto ha cambiado la dinámica en los dos extremos del campo. 2 tapones y 6 puntos en 7 minutos para intimidar a los blaugrana y forzar un parcial de 8-1 que colocaba a los de Chus Mateo 8 por encima. Tiempo muerto del Barça y no sé qué habrá dicho Peñarroya, pero su equipo ha vuelto a la pista con un ritmo completamente diferente. Justin Anderson en defensa y Jabari Parker en ataque han dominado el siguiente minuto para volver a empatar el partido. Cuando parecía que el Madrid se marcharía al descanso con una gran ventaja, cambio de guion y 41-42 para el Barça.

La intensidad blanca ha hecho temblar al Barça

La segunda parte ha empezado un Hezonja enchufado. 2 triples en 30 segundos para volver a poner los de Mateo por encima. Errores de concentración y malos lanzamientos han puesto al Barça en el congelador, y los blancos han cogido una ventaja de 12 puntos que ha obligado Peñarroya a pedir otro tiempo muerto. Y, como con el anterior, reacción inmediata. 2 triples consecutivos de Abrines han vuelto a dar esperanza al equipo, pero esta dinámica positiva se ha roto con una antideportiva de Willy Hernangómez cuando podía poner los suyos a 4 puntos. Del posible 63-59 hemos pasado al 67-57 en 10 segundos. Los últimos 50 segundos del cuarto han vuelto a ser positivos para el Barça, que se ha marchado al último parcial solo 6 debajo (67-61).

El último cuarto ha empezado con el dominio físico de los blancos bajo el aro. Ibaka ha vuelto a demostrar que, a pesar de tener 35 años, ser el máximo taponador de la NBA no lo hace cualquiera. 4 tapones para proteger la canasta como nadie. Sin embargo, si por dentro no se puede, Brizuela te lo hace por fuera. La mamba vasca volvía a picar desde el triple para poner al Barça en 4 cuando faltaban 7 minutos. El Real Madrid no ha tenido ningún jugador destacado en ataque, pero todos han aportado. En el otro lado de la pista, Parker y Brizuela han tenido que llevar el peso del ataque. Dos estilos muy diferentes, pero que nos han llevado a los últimos 5 minutos con un 70-69 a favor de los de Mateo y todo por decidir.

En un final a cara o cruz, no ha habido suerte

Con los dos equipos en bonus desde muy pronto, el último cuarto ha estado marcado por los tiros libres. Mucha intensidad defensiva ha vuelto a bajar la anotación y aumentar las pérdidas. Con una bandeja complicada de Anderson, el Barça volvía a empatar el partido por primera vez en toda la segunda mitad. Ha vuelto a ser Hezonja quien ha aparecido para castigar a su exequipo. 2+1 en el último minuto para poner el Madrid 3 arriba, pero Satoransky ha respondido inmediatamente con un triple para poner el 80-80 a 49 segundos del final.

Con el Barça lanzado en ataque, 2 abajo y con 30 segundos por delante, Jan Veselý se ha convertido en el protagonista desafortunado del partido con una pérdida que ha terminado en contraataque madridista. Los blaugrana han podido anotar rápidamente y se han vuelto a poner a 2, pero obligados a hacer falta para volver a tener la posesión. Y los lanzadores de tiros libres del Madrid no son los menos fiables. 2 de 2 para Llull para sentenciar el partido. Solo un triple podía volver a poner esperanzas, pero los blancos no querían jugársela. Falta y tiros libres que el mismo Veselý ha desperdiciado.

El partido ha acabado con una muerte lenta y dolorosa, con faltas y más faltas, por poner un resultado final de 89-83. Y así, termina el camino del Barça en la Supercopa de España. El Real Madrid vuelve, un año más, a la final, e intentará llevarse el título por séptima temporada consecutiva.