Nuevos detalles sobre el contrato que el Barça firmó con I3 Ventures, la compañía digital que se encargó de difamar a la oposición, a la presidencia, a los jugadores y a varias figuras relevantes del entorno a cambio de casi un millón de euros. Según adelanta el diario Sport, la auditoría encargada por Josep Maria Bartomeu a PriceWaterhouseCoopers (PwC) demostrará que la entidad blaugrana pagó un precio fuera de mercado para contratar esta empresa y que fraccionó la factura con el fin de evitar los controles internos del propio club.

El Barça contrató I3 Ventures para que llevara a cabo la difamación a través de perfiles falsos en varias redes sociales, en una trama que pronto recibió el nombre de 'BarçaGate'. Este hecho ya provocó un escándalo notorio, pero ahora la auditoría demostrará, además, que el club pagó casi un millón de euros por unos servicios que tienen un precio de mercado de entre 120.000 y 150.000 euros.
 

Una de las publicaciones de las cuentas creadas por I3 Ventures

Asimismo, el informe de PwC evidenciará que el contrato con esta empresa fue fraccionado en cinco facturas de 198.000 euros cada una. De esta manera, el contratante –quién todavía no ha sido señalado oficialmente– no requería la aprobación de la comisión de control del propio club, que entra en juego en cuando los honorarios son superiores a 200.000 euros.

Por otra parte, la auditoría también confirmará una evidencia: que se contratara a I3 Ventures, una empresa con sede en Uruguay, resulta extremadamente extraño y podría responder al hecho que en este país existe el anonimato bancario. Los contratos presentados al Barça, además, procedían de cinco empresas diferentes, todas ellas vinculadas a I3 Ventures.

La hora de depurar responsabilidades

Hay que recordar que el 'BarçaGate' ha sido el gran detonante de la crisis que Bartomeu afronta al frente del Barça. Cuando estalló la polémica hace dos meses, el presidente suspendió de sueldo a su mano derecha, Jaume Masferrer, señalado por buena parte de la junta como responsable de la contratación de I3 Ventures.

Poco después, Bartomeu anunció la puesta en marcha de la auditoría "con el fin de depurar responsabilidades" y esta semana, cuando los resultados están a punto de salir a la luz, la crisis ha alcanzado su punto álgido.

Seis directivos de la junta han dimitido en bloque por discrepancias con la gestión del presidente y uno de ellos, Emili Rousaud, desmarcándose del resto, ha afirmado que alguien "metió la mano en la caja" para enriquecerse de manera fraudulenta gracias a I3 Ventures. El tiempo le podría acabar dando la razón.