El Barça ha presentado este lunes los datos del ejercicio económico de la temporada 2019/20, un curso que está marcado por la pandemia del coronavirus. El vicepresidente económico de la entidad, Jordi Moix, ha sido el encargado de exponer unos resultados que sin duda pasarán factura a la siguiente junta, y es que en este ejercicio el club ha tenido pérdidas por valor de 97 millones de euros.
A principio de temporada el Barça había presupuestado unos ingresos de 1.047 millones de euros y unos gastos de 1.007 millones, hecho que, teniendo en cuenta los ingresos y gastos financieros y el impuesto de sociedades, hubiera generado, siempre según el club, unos superávit positivo de 11 millones de euros.
La realidad, sin embargo, es que el club no ha podido esquivar las pérdidas generadas por la crisis de la Covid-19. El Barça ha tenido unos ingresos de 855 millones y unos gastos de 955, hecho que se ha traducido en un resultado neto de 97 millones de euros en pérdidas.
El ejercicio económico de la temporada 2019/20 se cierra con unas pérdidas de 97 millones de euros, provocadas por los efectos de la Covid-19 pic.twitter.com/0cgm5TYr0k
— FC Barcelona (@FCBarcelona_cat) October 5, 2020
En este sentido, el club se ha atrevido a calcular las pérdidas que ha tenido por culpa del coronavirus. La veracidad de este dato, hay que recordarlo, no es demostrable, y es que Moix y su equipo han computado las pérdidas comparando los resultados reales con los de un escenario idílico sin Covid-19. Así, el club estima que la pandemia ha comportado unas pérdidas de 203 millones de euros de ingresos. Cuestionable, claro está.
El impacto de la pandemia implica una reducción de 203 millones de ingresos y se estima que sin esta se habrían superado los mil millones de ingresos y cerrado con un beneficio de 2 millones pic.twitter.com/uJzP4Ci3WD
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Una deuda más que peligrosa
Para hacer frente a la caída de ingresos mencionada anteriormente, el Barça ha tenido que pedir más crédito a los bancos y, consecuentemente, ha incrementado la deuda del club. Los números siguen yendo al alza y cada vez son más preocupantes, y es que la deuda, sumando el que la entidad tiene con los bancos pero también con otros clubes para pagar fichajes, ya ha alcanzado los 820 millones de euros. Sin embargo, hay que apuntar que descontando los 332 millones de euros que la entidad blaugrana ingresará por los traspasos de jugadores, la deuda queda en 488 millones de euros. Si a esta cifra se le restan las inversiones en patrimonio tal como establecen los estatutos, la deuda real es de 379 millones de euros, 242 más de los previstos como consecuencia de la pandemia y 1,64 puntos porcentuales superiores a lo que establecen los estatuos del club.
El próximo ejercicio, comprometido
En cuanto a la estimación del presupuesto para el próximo ejercicio, Moix ha admitido que las cifras no se han cerrado a la espera que finalice el mercado de fichajes (precisamente este 5 de octubre), pero ha estimado unos ingresos previstos de 791 millones de euros, hecho que supone una caída de ingresos de 199 millones de euros respecto al último año sin coronavirus (2018-19), donde se produjeron de unos ingresos de 990 millones de euros. La idea del club es que se produzca una reducción de la masa salarial.
La previsión que tiene el club es que el estadio se pueda abrir al 25% de su aforo en diciembre y calcula que en febrero consiga el 100% para ir recuperando el presupuesto. "El futuro del club no está en peligro, es sólido", ha asegurado el vicepresidente.