Qué desastre. El Barça tenía la oportunidad de oro de situarse líder de la Liga y ha perdido en el Camp Nou contra el Granada después de dos goles con una defensa horrible (1-2). Esta derrota es muy negativa y es que los culés ya no dependen de ellos mismos para conquistar el campeonato doméstico.

En el momento clave, han fallado. La trayectoria culé era buenísima, una de las mejores de la competición, y lo tenían que culminar con los tres puntos. El Barça no ha sabido sentenciar el partido cuando lo tenían controlado y el Granada se ha aprovechado de los errores. Los andaluces han vuelto a mostrar las vergüenzas de los culés, que necesitan un nuevo milagro. Quedan cinco finales en las que tienen que ganarlo todo e incluso así esperar los pinchazos de los rivales.

Han fallado delante de la presión

La presión era altísima este jueves, pero Ronald Koeman quería calmar a sus futbolistas con frases como ir "partido a partido" y que este duelo no era más importante que el siguiente. Razón no le falta y es que al Madrid le sirvió de poco ganar el Clásico. Los blancos se han dejado hasta cuatro puntos en dos compromisos. También el Atlético no ha estado fino y el Barça lo ha aprovechado a la perfección para perderlo este jueves.

Gol de Machís / EFE

Los catalanes han controlado todo el partido, han sido superiores y se han impuesto sobre el terreno de juego. El tanto de Messi en el minuto 23 ha dado una alegría temporal que se ha desvanecido en la segunda parte. Después de un desajuste defensivo, Machís no ha perdonado y ha puesto las tablas en el luminoso.

Koeman, expulsado

Impotencia en el Camp Nou, que ha visto cómo se quedaba sin su entrenador pocos minutos más tarde del gol andaluz. Koeman ha sido expulsado por motivos que se desconocen en estos momentos y ha tenido que ver el resto del duelo desde el palco.

Los culés han seguido luchando hasta el final y con sustituciones continuas para buscar la fórmula de la victoria. El holandés ha presentado un once con muchos cambios y con hasta siete jugadores de la Masia. El planteamiento era correcto, pero se ha ido desintegrando por la pasividad en defensa. Sin Araujo ni Lenglet, los grandes señalados son los de detrás y las entradas de Pedri, Dembélé y Trincao no han supuesto ningún extra.

Koeman mirando el duelo / EFE

El desastre se ha consumido con el segundo gol del Granada, con Molina de autor principal, y con los mismos culpables. Un partido que tenías controlado, eras superior y lo tenías todo de cara para convertirte en líder, se esfumaba en nada.

La imagen de Koeman hablando por teléfono desde el palco era la de la desesperación. El Barça ha intentado tirar de épica, pero se han acabado las balas. Habrá que esperar.

 

Imagen principal: Messi en el suelo durante el partido / EFE