Gerard Piqué ha sido señalado como uno de los jugadores que deberá de abandonar el Barça cuando finalice la temporada, o incluso en el mes de enero. Joan Laporta quiere compensar la pérdida de ingresos que ha significado la eliminación en la fase de grupos de la Champions League, y una de las soluciones más rápidas y sencillas es echar al futbolista que tiene la ficha más elevada de la plantilla, pues las últimas informaciones señalan que percibe unos 28 ‘kilos’ brutos por campaña.

Aunque eso no es lo más preocupante. Y es que en el Camp Nou le deben más de 80 millones de euros, debido a los retrasos en los pagos y a distintas primas que espera recibir. Precisamente por eso, Mateu Alemany trabajaba en convencer al ‘3’ para que se marchara, y renunciara a percibir esa cantidad, como una muestra de solidaridad y de amor al club. Y Xavi Hernández también estaba tratando de conseguir que el central de 35 tuviera un bonito gesto.

Gerard Piqué/ Foto: EFE

Sin embargo, esto no sucederá. El ex del Manchester United y del Zaragoza ha dejado muy claro que no quiere irse del conjunto azulgrana, y no está nada satisfecho con el trato que ha recibido en los últimos meses. Por ese motivo, como muestra del increíble enfado que tiene, se ha negado rotundamente a perdonar ese dinero, y en caso de que no se lo paguen, incluso podría ir a juicio, como ya ocurrió con Neymar Junior, una información que han revelado en varios medios.

Es decir, que el Barça no solo no se ahorraría prácticamente nada con la salida de Piqué, sino que incluso costaría dinero. De momento, en cuanto al ámbito deportivo se refiere, el campeón del Mundial de Sudáfrica ha perdido su condición de intocable, y atraviesa uno de los peores momentos de su carrera deportiva, por no decir el peor. Ya no cuenta con la confianza del entrenador, e incluso su propia afición ha llegado a silbarle y a abuchearlo.

Y no ayudará a que esto mejore el hecho de que haya negado a Laporta y Alemany la posibilidad de perdonar todo lo que aún se le debe de pagar.  

Piqué y Xavi, distanciados y sin solución

En el pasado, quizás la buena relación que Xavi y Piqué mantenían podría haber sido de ayuda para el Barça, pero lamentablemente las cosas han cambiado. Han pasado de ser amigos a no poder ni verse, y eso no ha sido una cosa beneficiosa para los intereses de Laporta.

Además, no parece haber solución al respecto. El experimentado defensor se siente engañado y traicionado por su entrenador, y está muy descontento con los pocos minutos que está teniendo. Le acusa de aliarse con Laporta, para forzar su salida cuando acabe la campaña.