El Barça estrena el 2018 en el Camp Nou con una victoria trabajada contra el Levante gracias a los goles de Leo Messi, Luis Suárez y Paulinho (3-0). Con Philippe Coutinho esperando para vestirse de blaugrana, el equipo ha sumado tres puntos más en su carrera hacia el título de Liga.
Titular Dembélé
El Barça había repetido en numerosas ocasiones que no correría ningún riesgo con Ousmane Dembélé. Todo apuntaba a que el mes de febrero tenía que ser el de su retorno, pero Ernesto Valverde ha acelerado el proceso después de abrirle la puerta en Vigo. Dembélé ha sido la gran novedad de un once inicial donde Ivan Rakitic hacía de Sergio Busquets, sancionado. Además, Gerard Piqué descansaba con la vista clavada en un enero cargado de partidos.
El rival del Barça era el propio Barça. En un día gris y lluvioso en Barcelona, el Levante, con bajas sensibles, llegaba al Camp Nou con la cabeza en la Copa. El horario, muy poco habitual, la baja entrada y el cartel del partido han colaborado para ver un Barça descolocado en los primeros minutos. Pero el equipo de Valverde ha vuelto a hacer un ejercicio de profesionalidad.
El Levante ha entregado la pelota, centrándose en explotar el contragolpe y sin exponerse en defensa. Los valencianos han rondado el área de Ter Stegen, pero han pagado muy caro la falta de talento. Un talento que sí tiene Leo Messi, que hoy celebraba 400 partidos en la Liga vistiendo de blaugrana.
Sin extremos
Messi nunca tiene un mal día. Las órdenes del Levante eran claras y Juan Ramón López Muñiz, su entrenador, estaba preocupado en pararlo por tierra, mar y aire. El '10' era la diana de la mayoría de faltas y ha conseguido rebelarse con un truco marca de la casa. Su asociación con Jordi Alba ha vuelto a fabricar una jugada de videojuego para romper el 0-0. La reacción de Messi, después de marcar el primer gol, es una pequeña conquista. Con rabia y una sonrisa en la cara.
El Barça de Valverde, con su nuevo tridente, regala las bandas a los laterales y el físico de Alba y Sergi Roberto desnivela la balanza. El equipo no ha aprovechado la inercia del 1-0. Dembélé se ha tropezado con Oier y Luis Suárez ha visto la portería pequeña. El Levante resistía, pero el Barça, en la línea de los últimos partidos, transmitía una sensación de seguridad forjada a base de sortear la derrota.
El segundo gol se masticaba en cada ataque y ha llegado después de una falta de Messi que se ha marchado lamiendo la escuadra. Mascherano ha enviado una pelota larguísima buscando la carrera de Sergi Roberto. Desde la línea de fondo, el lateral del Barça ha centrado al primer toque al corazón del área, el hábitat de Suárez. El '9' ha controlado con la pierna izquierda para hacer el 2-0 con la pierna derecha. Premio a la persistencia de un delantero de más intangibles que estadísticas.
Recuperar sensaciones
Con los tres puntos en el zurrón, el Barça y Valverde han dedicado la segunda parte a dosificar esfuerzos y rodar a Dembélé. El francés ha seguido en el campo para acumular minutos y Ter Stegen ha tenido su cuota de protagonismo. El portero alemán, en un estado pletórico permanente, ha salvado el gol del Levante después de detener los disparos de Ivi y Shaq.
En el minuto 65, entre aplausos, Dembélé ha dejado el campo cabizbajo, consciente de que su estado físico condiciona su rendimiento, todavía lejos de brillar como lo hizo en Dortmund, a pesar de la insistencia de Messi. Nélseon Semedo movía Sergi Roberto del lateral al medio del campo. El Levante, sin embargo, no cambiaba el guion y seguía más centrado en mantener el orden en defensa que en poner al Barça, relajado, contra las cuerdas.
Las pulsaciones del partido bajaban y las ocasiones lo notaban. La pelota ya no corría y el Barça, a pesar de no sufrir para conservar la ventaja, tenía muchas dificultades para generar ocasiones claras de gol. Los últimos minutos han servido para ver detalles técnicos escondidos de André Gomes, para confirmar que Thomas Vermaelen ha dejado atrás la etiqueta de frágil, en un partido de contacto donde no ha cometido ni un fallo, para que debute Jose Arnaiz en la Liga y para que Paulinho haga, en el tiempo añadido, su séptimo gol de la temporada.