Las semifinales ya están aquí. Después de tres temporadas consecutivas quedándose en el muro de cuartos de final de la Champions League, el Barça vuelve por la puerta grande. Segunda victoria contra el Manchester United en una semana, con contundencia, gracias a Leo Messi y a Philippe Coutinho (3-0).
Con Messi hay suficiente
Ernesto Valverde ha apostado por el once de gala, repitiendo el de Manchester pero haciendo entrar a Sergi Roberto en el sitio de Semedo. Si en Angleterra se sufrió, en el Camp Nou todo es diferente, y más cuando tienes a Messi enchufado de tu lado. Y la tranquilidad tiene que perdurar aunque el equipo empiece con dudas y recibiendo un larguero en el primer minuto del partido obra de Rashford.
Pensar en el marcador favorable de la ida y esperar a que se fuera entonando el equipo ha sido la fórmula. Y el éxito ha llegado. El primer aviso ha sido un penalti sobre Rakitic en el minuto 12 que el VAR ha anulado. Y después, a pesar del sufrimiento inicial con un Manchester United fuerte al contragolpe y dejando en más de una ocasión retratada a la defensa blaugrana, ha llegado el momento del Barça.
Tarde o temprano tenían que conectar Messi, Luis Suárez y Coutinho con el resto del equipo, y cuando lo han hecho, después de una muy buena presión en el minuto 15, el argentino ha hecho el primer golpe del partido en el Camp Nou. Con su clásica jugada en diagonal desde la derecha al centro y con caño incluido. Y cinco minutos después, él mismo, el ser superior del barcelonismo, ha resuelto la eliminatoria con su doblete particular. Nuevo balón robado en la zona ofensiva por Coutinho, asistencia hacia Messi y gol con la pierna derecha gracias a un error garrafal de De Gea.
Los 96.708 espectadores presentes en el Camp Nou, en la mejor asistencia de la temporada, ya se han visto en las semifinales. Y más sabiendo que cuando Messi marca al menos un gol en una eliminatoria de Champions, el Barça no cae eliminado.
Jugar con la cabeza
Con todo a favor, el Barça luego ha tenido que hacer aquello que mejor sabe hacer: jugar al juego que nos enseñó Joahn Cruyff. Precisamente la frase "salid y disfrutad" ha presidido la entrada en la tribuna del estadio. Y los jugadores se han encomendado de este espíritu ganador y de este estilo de fútbol.
El Barça ha ido cogiendo el control de la posesión, con momentos de descontrol y de ataques del United, pero todo el mundo sabía que los cuartos de final estaban encarrilados. Y entre larga posesión y larga posesión, Coutinho, aquel futbolista que ha llegado a desesperar a los culés, se ha inventado un golazo desde fuera del área que ha acabado entrando por la escuadra izquierda de De Gea.
Gracias a Messi y gracias a Coutinho el Barça ha sentenciado la eliminatoria en sólo 61 minutos en el feudo blaugrana. Y con la inercia casi Messi hace el hat-trick con una chilena desde dentro del área. Pero después ha llegado el momento de pensar en el marcador y han entrado en el campo Arturo Vidal, Dembélé y Semedo.
Gran fiesta europea en casa. El Barça no ha encajado ningún gol en estos cuartos de final y supera el muro que hacía tres temporadas que se les resistía. Además se sigue aumentando el récord de partidos sin perder en el Camp Nou en la Champions y ya van 31 (28 victorias y 3 empates).
Y ahora toca pensar en las semifinales. Este miércoles se decidirá si Liverpool u Oporto será el rival, pero los ingleses lo tienen todo de cara. El Barça ya puede empezar a preparar las semifinales para dentro de dos semanas.