Llegan días clave para definir la que será la plantilla del FC Barcelona de cara a la temporada 2024/25. Mientras que los esfuerzos económicos del club se centran en cerrar más pronto que tarde el fichaje de Nico Williams, son varios los nombres que van saliendo a la palestra, ya sea por los buenos informes que cuenta la dirección deportiva o porque algún agente llama a la puerta poniendo a su cliente sobre la mesa.

Y uno de los nombres que ha sonado con fuerza en las últimas semanas ha sido el de Xavi Simons. El centrocampista neerlandés es propiedad del PSG, pero parece que Luis Enrique no lo tiene en sus planes. Es por eso que el jugador busca una salida y la opción de volver al Barça, donde mantiene buena relación con varios miembros de la plantilla, era de su agrado. Pero Joan Laporta ha cortado esa opción de raíz.

Xavi Simons celebrando un gol en la Eurocopa / EFE

La salida de Simons no está perdonada

Y es que el presidente del club catalán no olvida cómo salió Xavi del Barça cuando apenas era un adolescente. Simons abandonó La Masia tras varios años vistiendo la camiseta azulgrana para marcharse al PSG, donde le ofrecieron un contrato que ponía más dinero encima de la mesa.

En este caso la consigna del presidente es clara: el que se va por dinero, no vuelve. Laporta no ha perdonado ni olvidado la salida de Simons, que era la joya de la corona de La Masia, y al igual que ha pasado con otros casos de jóvenes que quisieron volar demasiado pronto, Laporta ha cerrado la puerta. Pasó con Ilaix Moriba o más recientemente con Marc Guiu. Aquí el presidente es inflexible. Quiere dar ejemplo a los más jóvenes.

El United, con todo a por Simons

Y con este panorama el Manchester United ha entrado en escena. Y con fuerza. Cuando parecía que era el Bayern de Múnich el que estaba más cerca del fichaje, con 70 millones encima de la mesa, los ‘red devils’ han subido la oferta.

Erik Ten Hag Manchester United aplaude / Foto: EFE - Adam Vaughan

Ten Hag, compatriota de Simons, está convencido de que su fichaje daría un salto de calidad necesario para la plantilla. Y es por eso que los ingleses estarían dispuestos a poner cerca de 100 millones sobre la mesa. Una oferta que el PSG no rechazaría y que ni Bayern ni ningún otro club igualarían.