El plan B del Barça necesita mejorar. Los de Valverde no han podido superar al Nàstic de Tarragona (1-1) y han empatado el primer partido de la pretemporada después de los buenos registros en la International Champions Cup. Denis Suárez, el retorno de Deulofeu y un gran gol de Paco Alcácer han sido las mejores noticias de un conjunto blaugrana que no ha sido capaz de remontar el gol inicial de Barreiro.
Samper, Sergi Roberto y Carles Aleñá han sido noticia por lo que hace unos años era habitual en can Barça. Mientras la secretaría técnica estudia nombres como Seri o Verratti para reforzar el medio del campo blaugrana, Valverde ha alienado tres jóvenes formados en la Masia para conformar la sala de máquinas del juego culé. El ADN Barça como a respuesta a una convocatoria llena de bajas y a los problemas de concretar fichajes, al menos hasta el momento.
Sin profundidad ni acierto
Las ausencias de Messi, Piqué, Busquets y compañía también han dado opciones a jugadores como Digne, Mascherano o Denis Suárez. También a Semedo, que todavía sigue con su adaptación al equipo catalán, y Vermaelen, que ha tenido que ser sustituido por Marlon cuando sólo se habían disputado 10 minutos de partido por un encontronazo con Tejera. Instantes antes, precisamente, que Manu Barreiro aprovechara una jugada enrevesada dentro del área del Barça para introducir la pelota en la portería de Cillessen y celebrar el primer gol de la tarde. Golpe de autoridad de un Nàstic de Lluís Carreras que, después de conseguir una agónica salvación en la Segunda División, este año buscará la consagración en la segunda categoría del fútbol español.
Los de Valverde no se han encontrado cómodos durante la primera parte del partido. Que un remate acrobático de Mascherano haya sido la mejor aproximación del Barça durante los primeros 45 es una clara prueba de ello; y que jugadores como Arda Turan o Paco Alcácer cuenten su participación con cuentagotas tampoco ofrece mejores síntomas de cara a la construcción del fondo de armario. Sólo Denis Suárez, persistente y desequilibrante, ha conseguido sacar la sonrisa a un Barça gris, no por falta de intensidad sino de acierto y profundidad.
En los instantes antes de enfilar el camino de los vestuarios, sin embargo, la circulación de pelota del Barça ha sido más fluida y los blaugrana han estado cerca de ver portería, aunque no han recuperado la gran presión después de pérdida que los ha caracterizado durante la gira americana. Más por sensaciones que por ocasiones, el partido se ha focalizado en campo tarraconense y los hoy visitantes se podrían haber marchado al descanso con empate. El marcador, sin embargo, no se ha movido y no ha premiado la tenacidad culé.
Segunda parte de retornos
La entrada de Munir en la reanudación y una banda izquierda del Barça con Digne y Denis Suárez muy incisivos han provocado que el Barça haya tenido aproximaciones suficientes para apuntarse, como mínimo, un tanto. Aleñá también lo ha probado con un disparo que ha recordado a su primero y único gol con el primer equipo, el que hizo en la Copa del Rey en el campo de Hércules, pero tampoco ha tenido suerte. Por otra parte, Ter Stegen (que, junto con André Gomes, volvía a jugar después de las vacaciones) ha tenido que realizar una parada de nivel para evitar que un remate de Muñíz aumentara la distancia en el marcador.
La segunda mitad del partido ha permitido volver a ver a Jordi Alba corriente por el carril izquierdo del Nou Estadi y Gerard Deulofeu con la camiseta blaugrana. El de Riudarenes, de hecho, ha estado a punto de marcar en la primera ocasión de la cual ha dispuesto, pero se ha encontrado con Stole Dimitrievski.
Alcácer encuentra la solución
La victoria visitante se ha resistido, pero el Barça no estaba dispuesto a perder y los últimos minutos ha asediado el Nàstic en busca del empate. Y lo ha encontrado de una forma peculiar. Paco Alcácer ha lanzado su primera falta desde que viste la camiseta culé y la ha colocado fuera del alcance del portero local para empatar, hacer justicia y recuperar los buenos registros goleadores con los que finalizó su primer curso.
El de este viernes ha sido el penúltimo partido de la pretemporada del Barça. Con el balance de 3 victorias y un empate, los de Ernesto Valverde disputarán este lunes el último encuentro amistoso antes de jugar la Supercopa de España. El Chapecoense será el último rival a latir antes de iniciar, a nivel oficial, la temporada 2017/18.