Malas noticias para la economía del Barça. El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha rechazado el recurso del club blaugrana por la sanción que le impuso el Órgano de Control Financiero de los Clubs de la UEFA (CFCB) por violar las normas del Fair Play financiero durante el ejercicio del 2022. En aquel momento, la entidad presidida por Joan Laporta fue multada con una sanción de 500.000 euros por declarar erróneamente beneficios por la enajenación de activos intangibles, diferente de las transferencias de jugadores, que no constituyen un ingreso relevante, según la normativa.

El TAS considera que la infracción del Barça fue deliberada y confirma la sanción

Después de evaluar los ejercicios del 2019, 2020, 2021 y 2022, el CFCB concluyó que el Barça había violado intencionadamente su normativa. El órgano de la UEFA no considera como ingresos relevantes aquellos procedentes de la venta de los derechos de televisión, que el club barcelonés declaró cuándo activó la primera palanca, con el objetivo de intentar volver a la normalidad financiera. Estamos hablando de un importe de 267.089.000 euros, que corresponde al 10% de los derechos televisivos relacionados con la Liga durante de un periodo de 25 años.

Joan Laporta, durante una entrevista con Barça One / Foto: FC Barcelona

El TAS ahora ha confirmado la sanción económica al Barça. El Tribunal de Arbitraje Deportivo considera que la infracción del Barça fue deliberada. "El Barça clasificó las ganancias de la venta como otros ingresos de operación, en lugar de clasificarlos como beneficio por enajenación de activos intangibles. A consecuencia de eso, el FC Barcelona exageró el resultado de equilibrio en los informes en el periodo 2022 en 267 millones de euros", explica el comunicado que confirma la sanción al club barcelonés.

Los motivos del TAS para mantener la sanción

En su día, el Barça recurrió la sanción ante la cámara de apelaciones del mismo órgano de la UEFA, ya que la consideraba demasiado desproporcionadas, teniendo en cuenta que la Liga, la entidad encargada de regular el Fair Play de los clubs que participan en Primera y Segunda División, las aprobó. Sin embargo, la reclamación no fue estimada y se trasladó al TAS.

Después de largos meses, el TAS ya ha dado un veredicto, motivado por diferentes motivos. Uno de los argumentos es que el Tribunal considera que "la naturaleza intencional de la infracción junto con el importante impacto de una sobreestimación de los ingresos relevantes por una suma de 267 millones de euros en una sola temporada hacen que la infracción sea grave y justifican también una sanción severa". Además, también destaca que "la discrepancia en la clasificación tiene un impacto importante en los resultados de equilibrio del Barcelona, no solo ahora sino también, sin duda, para las próximas dos temporadas, dado que un periodo de seguimiento cubre tres periodos de presentación de informes consecutivos".