Se necesitaba un milagro, de aquellos que pueden pasar una vez en la vida, y el Barça ya había gastado su cartucho en 2017 con el 6-1. Un 1-4 en contra significaba que los blaugrana tenían que marcar cuatro goles como mínimo y no recibir ninguno para certificar la remontada. Una gesta de aquellas que se recordarían en los mejores libros.

Los catalanes sabían que si el PSG marcaba un gol, tenían que hacer los mismos cuatro para forzar la prórroga. Hacer cuatro y, además, en el Parque de los Príncipes, tenía que suponer que los once en el campo tenían que estar enchufados al 100% desde el inicio. Otro de los datos a tener en cuenta es que los blaugrana sólo han ganado una vez en toda la historia en el campo de los subcampeones de Europa.

Messi celebra su gol / EFE

El partido de la ida fue un desastre, con un Kylian Mbappé estelar, que dejaba al Barça muy tocado en la Champions. Ningún equipo ha pasado la eliminatoria después de perder por 3 goles en casa en todas las competiciones europeas, pero los culés creían con el dicho que las estadísticas están para romperlas.

El Barça ha caído con orgullo en París, con la presencia de Joan Laporta desde el palco, y ofreciendo una gran imagen. El planteamiento de Ronald Koeman ha sido el adecuado, se ha competido hasta el final, y ha faltado más acierto de cara a portería. La primera parte ha sido casi excelente por parte de los culés, con una presión muy alta y anulando a los parisinos.

Messi se ha inventado un golazo para igualar el castigo del penalti transformado por Mbappé. Y justo antes del descanso, el crack argentino ha tenido la posibilidad de hacer el 1-2 desde la pena máxima, pero Keylor Navas, lo ha parado. Aquí se han empezado a apagar las luces y ha disminuido los ánimos de una plantilla que venía a la capital francesa con la idea de dar la cara.

Mbappé, contra Mingueza / EFE

La segunda parte se ha hecho larga, con un PSG que se ha sabido cerrar, y con un Barça que no encontraba los espacios. Jugadores como Griezmann y Dembélé que tenían que demostrar su liderazgo, no se han cansado de chocar contra el muro francés.

El Barça vuelve a caer en los octavos de final 14 años después (2006-2007, Liverpool) y no tendrán más Champions hasta la próxima temporada. Los blaugrana no pueden bajar los brazos y es que siguen vivos en la Liga y la Copa del Rey. Con la imagen de la primera parte, los títulos son posibles.

 

Imagen principal: Messi, de chilena / EFE