Ernesto Valverde tiene la mejor coartada posible para hacer rotaciones este jueves en el campo de la UD Las Palmas (21.00 horas / Movistar Partidazo). El momento de forma del rival, la carga de minutos y el partido contra el Atlético de Madrid del próximo domingo convierten la visita a Gran Canaria en un escenario ideal para que luzca el banquillo y descansen los titulares.

El Barça es consciente de que el título se decide en las próximas jornadas. A pesar del cojín de cuatro puntos, el equipo sabe que la Liga puede quedar vista para sentencia en las primeras semanas de marzo. La visita del Atlético en el Camp Nou se prevé decisiva, pero el club tendrá que hacer un esfuerzo para centrarse en un rival que flirtea con la Segunda División. Los 20 grados centígrados de las Las Palmas de Gran Canaria harán menos traumático el trámite y ayudarán a pasar la ola de frío que estos días hiela buena parte Catalunya.

Cambios obligados

Valverde ya abrió la puerta a dar descanso a Leo Messi o Luis Suárez antes del partido del Girona. Al final, sin embargo, los dos delanteros jugaron y sólo Andrés Iniesta, de los teóricos titulares, vio el partido desde el banquillo. Suárez, a una tarjeta amarilla de la suspensión, tiene todos los números para pasar de puntillas por el estadio de Gran Canaria, como Gerard Piqué, sustituido contra los gerundenses por un golpe en la rodilla. Jordi Alba, sancionado, se ha quedado en Barcelona.

El Barça no quiere correr riesgos, pero tiene en mente levantar el título de Liga lo más rápido posible. Las 38 jornadas se pueden hacer eternas, pero los blaugrana ya han hecho lo más difícil: abrir resquicio. Sólo quedan 12 partidos y esta semana vale 9 puntos. El vestuario lo afronta como un pequeño reto para dar un paso casi definitivo para sentarse de nuevo en el trono del fútbol español.

Lucas Digne, Thomas Vermaelen, André Gomes, Paco Alcácer o Aleix Vidal se perfilan como alternativas en la reedición de un partido que nunca se tendría que haber celebrado en el Camp Nou. El Barça decidió jugar a puerta cerrada como medida de protesta por la desmesurada represión policial en muchos colegios electorales de aquel domingo 1 de octubre. El club defendía que la imagen de un campo vacío era mucho más impactante, pero la realidad es que el vestuario no estaba dispuesto a perder seis puntos.

¿Jémez, un aliado?

La UD Las Palmas ha pasado de verse jugando la próxima temporada en la Segunda División a tener opciones de mantener la categoría. La llegada de Paco Jémez al banquillo canario ha revitalizado a un equipo que parecía sentenciado después de pasar por las manos de dos entrenadores. El técnico, con unos métodos de juego y trabajo muy particulares, ha detenido la sangría hasta dejar la plantilla a sólo un punto de la salvación.

Sin embargo, los números de Jémez contra el Barça resisten pocas comparaciones, en sentido negativo. Los blaugrana jugaron hasta ocho veces contra su Rayo Vallecano y siempre ganaron por dos o más goles de diferencia. Su voluntad de morir matando concede espacios que Messi y compañía traducen fácilmente en gol. Ahora, las urgencias pueden convertir su fútbol en conservador.

Los canarios, que han sumado dos victorias en los últimos cinco partidos, tienen en el exblaugrana Alen Halilovic una de las esperanzas para seguir en Primera. El Barça tendrá que aparcar durante 90 minutos el partido contra el Atlético si quiere volver de las islas con los tres puntos bajo el brazo. La segunda unidad se frota las manos ante una oportunidad única para convencer a Valverde y entrar en sus planes en los últimos y decisivos meses de la temporada.

Los once de El Nacional

Aposta las palmas fcb