El Barça más ambicioso vuelve a estar aquí. Hansi Flick pagó caras las rotaciones en el campo del Osasuna (2-4), pero el alemán no ha querido más sustos y ha alineado su mejor once, que ha barrido a un Young Boys inoperativo gracias a los goles de Lewandowski (x2), Raphinha, Iñigo Martínez y uno en propia de Camara (5-0). Un triunfo que va más allá de la goleada, porque sirve para sumar los primeros tres puntos en este nuevo formato de Champions League, imprescindibles después de la derrota sumada en la primera jornada en Mónaco (2-1). Flick ya sabe lo que es ganar y enamorar también en Europa desde el banquillo culé.

Primer tiempo dominado por el color blaugrana

Decididos a olvidar la última derrota sufrida en el campo de Osasuna lo más rápido posible, el Barça ha saltado al terreno de juego imponiendo un ritmo vertiginoso. Desde el primer segundo, la portería del Young Boys ha vivido un asedio que solo ha resistido siete minutos. Después de una larga posesión, el tridente de moda en Barcelona se ha asociado para estrenar el marcador de Montjuïc: pase delicioso de Lamine Yamal dentro del área, asistencia al segundo palo de Raphinha y gol de Lewandowski sin oposición (1-0, min. 8). Cada actor interpretando su papel a la perfección, y el director de la película, Hansi Flick, dibujando su primera sonrisa de la noche.

Robert Lewandowski, instantes después de abrir la lata / Foto: EFE

El guion que había diseñado el alemán estaba saliendo a la perfección. Un gol matinal para dar tranquilidad, monólogo blaugrana con la pelota y el Young Boys viendo la portería de Iñaki Peña desde la lejanía. Nada se podía interponer en el camino de un Barça que no ha tardado en doblar su ventaja. Después de varios minutos fregando el gol, Raphinha, primer capitán hoy, ha sido el más astuto dentro del área para recoger un rebote y batir la portería suiza con un vigoroso chute (2-0, min. 34). Todo estaba de cara para un conjunto culé que, cómo ha demostrado ya anteriormente, nunca tiene bastante.

El equipo de Hansi Flick no entiende de especulaciones. Siempre presiona para ampliar distancias. Y en el minuto 38 quien se ha sumado a la fiesta ha sido Iñigo Martínez, con un remate de cabeza a la salida de un córner que ha servido para cerrar un primer acto inmaculado para los barcelomneses (3-0, min. 38). Todo lo que le pide su afición lo estaba haciendo.

Íñigo Martínez, uno de los grandes protagonistas del primer acto / Foto: EFE

El festival no se detiene y llega el momento de los retornos

El segundo acto solo ha servido para perpetuar la superioridad del Barça. Nada ha cambiado sobre el césped de Montjuïc. El equipo de Flick seguía deleitando a su afición con un fútbol brillante y el Young Boys no podía hacer más que ser un espectador de lujo. Keller no ha tardado en recoger la cuarta pelota de su portería. Esta vez el autor ha sido el mismo que el del primer tiempo, Robert Lewandowski, que recogido una asistencia con la cabeza de Iñigo Martínez a la salida de un córner para anotar su segunda diana de la noche (4-0, min.51).

Ante este escenario, ya con el partido resuelto, Hansi Flick ha querido aprovechar para dar espacio a jugadores menos habituales. El primero de ellos ha sido Ansu Fati, que desde su recuperación solo había jugado tres minutos insignificantes contra el Mónaco, y ha entrado junto con Héctor Fort. Y lo ha hecho con una gran novedad, ya que ha ocupado una posición central, sustituyendo Pedri. Era un partido donde solo había buenas noticias para los culés. Incluso cuando los visitantes intentaban estirarse, chocaban con el palo que mantenía la portería a cero.

El Barça celebra el cuarto gol de la noche / Foto: Europa Press

10 minutos más tarde ha sido el turno de Frenkie de Jong, que hoy ha recibido el alta médica. El neerlandés ha ocupado al mediocampo con Casadó, desplazando a Ansu al ataque. Así y todo, el papel de los dos no ha sido demasiado destacado. Normal, el ritmo ya era muy bajo. El Young Boys ya ha bajado los brazos y la goleada se ha cerrado con una diana en propia en el minuto 81. Al final ha habido tiempo también para una ovación a Andrés Iniesta, que dejará el fútbol profesional. Noche idílica para el Barça.