El Barça ha sido una de las primeras entidades deportivas del país en reaccionar después de la sentencia al procés, que castiga con penas de 9 a 13 años prisión a los líderes y activisitas políticos de Catalunya.
En un breve comunicado, el club azulgrana ha apuntado que la prisión "no es la solución" y ha pedido que el conflicto se resuelva a través del diálogo político.
Aparte, sin embargo, también ha reclamado que se inicie un proceso de diálogo y negociación con el fin de permitir la liberación de los encarcelados y ha manifestado su apoyo a las familias de los condenados.
La respuesta del Barça ha sido inmediata pero no sorprendente. En la última asamblea de compromisarios del club, el presidente, Josep Maria Bartomeu, recordó que el Barça había actuado "con compromiso firme en defensa del país, de la democracia, de la libertad de expresión y del derecho a decidir" durante los últimos años.
El Camp Nou, además, ha estado escenario de acontecimientos independentistas como la Vía Catalana o el Concierto por la Libertad y también ha servido de altavoz mundial durante los partidos del Barça para reclamar la liberación de los presos y la represión del Estado español a través de pancartas.